/ lunes 25 de febrero de 2019

Visión Empresarial


Contrastes y oportunidades para la Zona Metropolitana Puebla-Tlaxcala (II Parte)

En las zonas metropolitanas de nuestro país, similares a la de Puebla-Tlaxcala, se genera el 71 % del Producto Interno Bruto, de acuerdo con el INEGI. Lo que incide positivamente en el desarrollo económico y social.

Para mejorar el desarrollo de una sociedad como la tlaxcalteca, debe existir apertura comercial y una estructura económica en la que coexistan diversas actividades productivas que se adapten a las nuevas tendencias del mercado, y que expandan la interacción con ciudades vecinas, como Puebla.

Para que exista desarrollo es necesaria la participación de los diferentes sectores productivos y órdenes de gobierno para posibilitar de manera eficiente la administración integral del territorio, la gestión de los servicios públicos y el ejercicio pleno de los derechos de los ciudadanos. Esto, debido a que es indispensable la gobernabilidad y el desarrollo sustentable en zonas metropolitanas como la nuestra.

Un estudio elaborado por el Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México, denominado Las economías de las zonas metropolitanas de México en los albores del siglo XXI, señala que el avance del fenómeno metropolitano imprime un nuevo marco de condiciones al funcionamiento económico de las ciudades.

Por ello, señala que las zonas metropolitanas, como la Puebla-Tlaxcala, requiere una asignación y un uso de recursos e instrumentos para su desarrollo económico y para el bienestar de sus habitantes.

En el mismo sentido, en el análisis Zonas metropolitanas vs autoridades fragmentadas, el Instituto Mexicano para la Competitividad ha propuesto que las autoridades que conforman ciudades o zonas metropolitanas que sobrepasan límites administrativos están obligados a formar marcos normativos como leyes o convenios que beneficien a los ciudadanos, contemplando a los distintos órdenes y niveles de gobierno, así como a los sectores involucrados.

Para incentivar el desarrollo económico y la generación de empleo, en el mismo estudio, el IMCO propone: “una de las atribuciones de las figuras de coordinación metropolitana debe ser la generación de un programa de inversión metropolitana en el que se contemplen proyectos para los que se destinarán recursos federales y estatales…”

En el caso específico de nuestra zona metropolitana, el instituto enfatiza la necesidad que existe de que las autoridades estatales y municipales establezcan una política económica enfocada en generar valor agregado para las empresas, lo que implica trabajar a partir de una planeación y diseño de mejores estrategias, que incluyan por su puesto incentivos fiscales.

Se ha planteado que tanto Puebla como Tlaxcala deben homologar sus programas de promoción económica y de inversión, para que entre ambas entidades consoliden a la zona metropolitana como un punto ideal y estratégico para concretar nuevas empresas.

Asimismo, el IMCO refiere que es prioritario el desarrollo de proyectos de infraestructura, lo mismo que el establecimiento de fondos y otros esquemas de financiamiento para impulsar nuevos negocios; inversiones en capital humano; administración de áreas industriales; una mejora regulatoria; e incentivos fiscales, como se ha señalado previamente.

Es claro para el Centro Empresarial de Tlaxcala, que si los tres órdenes y niveles de gobierno trabajan en coordinación con el sector privado, podríamos replantear, redefinir y generar políticas públicas que ofrezcan incentivos fiscales, así como el reforzamiento del estado de derecho, lo que impulsaría aún más el desarrollo económico que nuestra entidad y nuestra región necesita. Las acciones que en otras entidades federativas han promovido para el desarrollo local en coordinación con la iniciativa privada, han permitido el incremento de su PIB estatal por arriba del promedio nacional.

La instrumentación de estímulos fiscales diseñados de manera coordinada con el sector empresarial, sin lugar a dudas elevaría la competitividad de las micros, pequeñas, medianas y grandes empresas de Tlaxcala, ya que al reducir la carga administrativa tendríamos empresas enfocadas en la generación de empleo.

En Tlaxcala los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como sus municipios, están ante la oportunidad de comprometerse y priorizar el estímulo al desarrollo y crecimiento de las empresas para reducir los contrastes y comenzar a equilibrar la balanza de desarrollo, ya que de acuerdo con el IMCO en nuestra zona metropolitana, es el estado de Puebla el que concentra 95 por ciento de la actividad económica y 97 por ciento de la inversión.

* Presidente de la Coparmex Tlaxcala


Contrastes y oportunidades para la Zona Metropolitana Puebla-Tlaxcala (II Parte)

En las zonas metropolitanas de nuestro país, similares a la de Puebla-Tlaxcala, se genera el 71 % del Producto Interno Bruto, de acuerdo con el INEGI. Lo que incide positivamente en el desarrollo económico y social.

Para mejorar el desarrollo de una sociedad como la tlaxcalteca, debe existir apertura comercial y una estructura económica en la que coexistan diversas actividades productivas que se adapten a las nuevas tendencias del mercado, y que expandan la interacción con ciudades vecinas, como Puebla.

Para que exista desarrollo es necesaria la participación de los diferentes sectores productivos y órdenes de gobierno para posibilitar de manera eficiente la administración integral del territorio, la gestión de los servicios públicos y el ejercicio pleno de los derechos de los ciudadanos. Esto, debido a que es indispensable la gobernabilidad y el desarrollo sustentable en zonas metropolitanas como la nuestra.

Un estudio elaborado por el Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México, denominado Las economías de las zonas metropolitanas de México en los albores del siglo XXI, señala que el avance del fenómeno metropolitano imprime un nuevo marco de condiciones al funcionamiento económico de las ciudades.

Por ello, señala que las zonas metropolitanas, como la Puebla-Tlaxcala, requiere una asignación y un uso de recursos e instrumentos para su desarrollo económico y para el bienestar de sus habitantes.

En el mismo sentido, en el análisis Zonas metropolitanas vs autoridades fragmentadas, el Instituto Mexicano para la Competitividad ha propuesto que las autoridades que conforman ciudades o zonas metropolitanas que sobrepasan límites administrativos están obligados a formar marcos normativos como leyes o convenios que beneficien a los ciudadanos, contemplando a los distintos órdenes y niveles de gobierno, así como a los sectores involucrados.

Para incentivar el desarrollo económico y la generación de empleo, en el mismo estudio, el IMCO propone: “una de las atribuciones de las figuras de coordinación metropolitana debe ser la generación de un programa de inversión metropolitana en el que se contemplen proyectos para los que se destinarán recursos federales y estatales…”

En el caso específico de nuestra zona metropolitana, el instituto enfatiza la necesidad que existe de que las autoridades estatales y municipales establezcan una política económica enfocada en generar valor agregado para las empresas, lo que implica trabajar a partir de una planeación y diseño de mejores estrategias, que incluyan por su puesto incentivos fiscales.

Se ha planteado que tanto Puebla como Tlaxcala deben homologar sus programas de promoción económica y de inversión, para que entre ambas entidades consoliden a la zona metropolitana como un punto ideal y estratégico para concretar nuevas empresas.

Asimismo, el IMCO refiere que es prioritario el desarrollo de proyectos de infraestructura, lo mismo que el establecimiento de fondos y otros esquemas de financiamiento para impulsar nuevos negocios; inversiones en capital humano; administración de áreas industriales; una mejora regulatoria; e incentivos fiscales, como se ha señalado previamente.

Es claro para el Centro Empresarial de Tlaxcala, que si los tres órdenes y niveles de gobierno trabajan en coordinación con el sector privado, podríamos replantear, redefinir y generar políticas públicas que ofrezcan incentivos fiscales, así como el reforzamiento del estado de derecho, lo que impulsaría aún más el desarrollo económico que nuestra entidad y nuestra región necesita. Las acciones que en otras entidades federativas han promovido para el desarrollo local en coordinación con la iniciativa privada, han permitido el incremento de su PIB estatal por arriba del promedio nacional.

La instrumentación de estímulos fiscales diseñados de manera coordinada con el sector empresarial, sin lugar a dudas elevaría la competitividad de las micros, pequeñas, medianas y grandes empresas de Tlaxcala, ya que al reducir la carga administrativa tendríamos empresas enfocadas en la generación de empleo.

En Tlaxcala los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como sus municipios, están ante la oportunidad de comprometerse y priorizar el estímulo al desarrollo y crecimiento de las empresas para reducir los contrastes y comenzar a equilibrar la balanza de desarrollo, ya que de acuerdo con el IMCO en nuestra zona metropolitana, es el estado de Puebla el que concentra 95 por ciento de la actividad económica y 97 por ciento de la inversión.

* Presidente de la Coparmex Tlaxcala

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