/ miércoles 30 de junio de 2021

Visión Empresarial | Crisis por el desabasto de medicamentos: ¿pacientes sin esperanza?

Hoy, México vive una crisis que no se puede ocultar: los medicamentos escasean en el sector salud y en las farmacias privadas. Los pacientes se están quedando sin medicinas. Por ejemplo, desde el año 2019, se observa que ha ido en incremento el desabasto de medicamentos. Unos de los grupos más afectados han sido los pacientes con cáncer, especialmente los niños, pacientes con VIH que necesitan antirretrovirales y la población infantil que requiere vacunas.

De acuerdo con la información pública recabada por el Colectivo Cero Desabasto, durante 2020, el número de recetas no surtidas de forma efectiva en hospitales públicos se triplicó, superando los 16 millones de casos. Asimismo, identificó que entre el 2019 y el 2020, el 20 por ciento de las recetas, es decir 1 de cada 5 recetas no fue surtida de forma completa en la primera ocasión que la presentó el paciente. Si se analiza por institución, durante el mismo período, en el IMSS 20.9 millones de recetas no fueron surtidas de forma efectiva; mientras que en el ISSSTE no fueron surtidas 1.8 millones de recetas.

Las quejas, por lo tanto, van en aumento: en 2019 se reportaron un total de 9 mil 862 quejas levantadas por conceptos referentes al no surtimiento, mientras que en 2020 sumaron 14 mil 641 (un incremento del 48 por ciento). En suma, pacientes, familiares y personal de salud interpusieron más de 24 mil quejas a nivel nacional en los últimos dos años.

Esta coyuntura obedece al sistema de compras consolidadas de medicamentos encabezado por la Secretaría de Hacienda (SHCP) quien asumió el control de las contrataciones públicas. Sin embargo, esta estrategia no rindió sus frutos, pues contrario a lo que se esperaba, produjo lo que se quería combatir, falta de transparencia, incremento en las adjudicaciones directas, investigaciones de mercado incompletas, compras con defectos y retrasos en la publicación de las convocatorias que llevaron a cifras récord de claves desiertas.

Por ello, el 31 de julio de 2020, el Ejecutivo federal anunció un acuerdo entre la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y el INSABI, para establecer un nuevo modelo. La UNOPS se encargaría de las compras consolidadas de medicamentos para el periodo 2021-2024. Este proyecto costará al Gobierno mexicano 6 mil 800 millones de dólares, de los que la Oficina de Naciones Unidas cobrará el 1.25 por ciento.

Si bien se han llevado a cabo las licitaciones de medicamentos, persiste el problema de la distribución y la logística que no son responsabilidad de UNOPS e incluso esta última instancia ha prolongado las fechas de entrega de los insumos.

El acceso efectivo a medicamentos seguros, eficaces y de calidad debe ser visto como una prioridad para el bienestar de los mexicanos, se requiere que el INSABI tome las medidas necesarias a fin de establecer los mecanismos adecuados para darle una solución a este problema; la adquisición de medicamentos para el 2022 y años subsecuentes debe llevarse a cabo de manera exitosa, estamos a tiempo de corregir el camino porque las adquisiciones deben planearse con meses de antelación.

Para ello, es importante establecer un canal de comunicación institucional y permanente entre el INSABI, las instituciones de salud, fabricantes de insumos y operadores logísticos, que permita generar un seguimiento puntual y coordinado del proceso.

La revisión de los procesos administrativos de adquisición y distribución de medicamentos no justifica la suspensión o incumplimiento de la protección y garantía del derecho a la salud. Si existían problemas en la compra consolidada de medicamentos realizada por las instituciones públicas de salud, debían mejorarse, no suspenderse. En aquellos casos en que se identifiquen actos de corrupción -según la ley- deben investigarse y se debe sancionar a los responsables. Si había un problema de concentración en la distribución de medicamentos, la solución es que se fomente la competencia en el sector.

El llamado es por la equidad en el acceso a la salud, por los pacientes y por la calidad de vida y bienestar de todos los mexicanos. Si actuamos rápido y de forma conjunta el sector público y el privado daremos esperanza a los pacientes.

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala

Hoy, México vive una crisis que no se puede ocultar: los medicamentos escasean en el sector salud y en las farmacias privadas. Los pacientes se están quedando sin medicinas. Por ejemplo, desde el año 2019, se observa que ha ido en incremento el desabasto de medicamentos. Unos de los grupos más afectados han sido los pacientes con cáncer, especialmente los niños, pacientes con VIH que necesitan antirretrovirales y la población infantil que requiere vacunas.

De acuerdo con la información pública recabada por el Colectivo Cero Desabasto, durante 2020, el número de recetas no surtidas de forma efectiva en hospitales públicos se triplicó, superando los 16 millones de casos. Asimismo, identificó que entre el 2019 y el 2020, el 20 por ciento de las recetas, es decir 1 de cada 5 recetas no fue surtida de forma completa en la primera ocasión que la presentó el paciente. Si se analiza por institución, durante el mismo período, en el IMSS 20.9 millones de recetas no fueron surtidas de forma efectiva; mientras que en el ISSSTE no fueron surtidas 1.8 millones de recetas.

Las quejas, por lo tanto, van en aumento: en 2019 se reportaron un total de 9 mil 862 quejas levantadas por conceptos referentes al no surtimiento, mientras que en 2020 sumaron 14 mil 641 (un incremento del 48 por ciento). En suma, pacientes, familiares y personal de salud interpusieron más de 24 mil quejas a nivel nacional en los últimos dos años.

Esta coyuntura obedece al sistema de compras consolidadas de medicamentos encabezado por la Secretaría de Hacienda (SHCP) quien asumió el control de las contrataciones públicas. Sin embargo, esta estrategia no rindió sus frutos, pues contrario a lo que se esperaba, produjo lo que se quería combatir, falta de transparencia, incremento en las adjudicaciones directas, investigaciones de mercado incompletas, compras con defectos y retrasos en la publicación de las convocatorias que llevaron a cifras récord de claves desiertas.

Por ello, el 31 de julio de 2020, el Ejecutivo federal anunció un acuerdo entre la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y el INSABI, para establecer un nuevo modelo. La UNOPS se encargaría de las compras consolidadas de medicamentos para el periodo 2021-2024. Este proyecto costará al Gobierno mexicano 6 mil 800 millones de dólares, de los que la Oficina de Naciones Unidas cobrará el 1.25 por ciento.

Si bien se han llevado a cabo las licitaciones de medicamentos, persiste el problema de la distribución y la logística que no son responsabilidad de UNOPS e incluso esta última instancia ha prolongado las fechas de entrega de los insumos.

El acceso efectivo a medicamentos seguros, eficaces y de calidad debe ser visto como una prioridad para el bienestar de los mexicanos, se requiere que el INSABI tome las medidas necesarias a fin de establecer los mecanismos adecuados para darle una solución a este problema; la adquisición de medicamentos para el 2022 y años subsecuentes debe llevarse a cabo de manera exitosa, estamos a tiempo de corregir el camino porque las adquisiciones deben planearse con meses de antelación.

Para ello, es importante establecer un canal de comunicación institucional y permanente entre el INSABI, las instituciones de salud, fabricantes de insumos y operadores logísticos, que permita generar un seguimiento puntual y coordinado del proceso.

La revisión de los procesos administrativos de adquisición y distribución de medicamentos no justifica la suspensión o incumplimiento de la protección y garantía del derecho a la salud. Si existían problemas en la compra consolidada de medicamentos realizada por las instituciones públicas de salud, debían mejorarse, no suspenderse. En aquellos casos en que se identifiquen actos de corrupción -según la ley- deben investigarse y se debe sancionar a los responsables. Si había un problema de concentración en la distribución de medicamentos, la solución es que se fomente la competencia en el sector.

El llamado es por la equidad en el acceso a la salud, por los pacientes y por la calidad de vida y bienestar de todos los mexicanos. Si actuamos rápido y de forma conjunta el sector público y el privado daremos esperanza a los pacientes.

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala