/ miércoles 6 de julio de 2022

Visión Empresarial | El contexto actual del mercado laboral en México

En México, la meta de creación de 100 mil empleos formales mensuales aún está lejos de alcanzarse; de enero a mayo apenas se han creado 388 mil. No sólo eso, la participación laboral se ubica todavía por debajo de los niveles previos a la pandemia y, además, la recuperación ha sido desigual entre sectores económicos y regiones.

A más de dos años después del comienzo de la pandemia, podemos aseverar que aún está pendiente generar el número de empleos necesarios, revertir el crecimiento de la informalidad así como la erosión en el ingreso y en el poder adquisitivo de las familias.

De acuerdo con el último informe publicado por el Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el mundo laboral, la recuperación de este mercado a escala mundial se ha visto amenazada por varias situaciones críticas: elevada inflación, la inestabilidad financiera y la interrupción de la cadena de suministro mundial, exacerbadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que han tenido como consecuencia que la cantidad de horas de trabajo en 2022 se vea afectada.

Se tienen tres indicadores que con base a la información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI al primer trimestre del 2022, se puede dar seguimiento a la evolución e inclusión de nuestro mercado laboral.

Jóvenes en formalidad es el primer indicador, mide el porcentaje de personas ocupadas entre 15 y 29 años que cuentan con un empleo formal. Al primer trimestre 2022, el 40.6 por ciento de los jóvenes ocupados trabajan en la formalidad, a diferencia de la población ocupada general en donde la formalidad representa el 44.8 por ciento, es decir, la formalidad entre jóvenes es menos común que para la población en general. Más aún, en el último año, el indicador solo aumentó 0.5 puntos porcentuales y aún se encuentra por debajo de los niveles previos a la pandemia (40.8 por ciento al primer trimestre 2020).

La brecha laboral es el segundo indicador que mide si el mercado laboral está ofreciendo oportunidades de trabajo suficientes para los mexicanos. En esencia, captura una medida más amplia de desempleo que considera a los desocupados, subocupados (trabajan menos horas de las que quisieran y pudieran) y personas desanimadas (disponibles para trabajar, pero no están buscando trabajo porque consideran que no hay opciones).

Al primer trimestre de 2022, este indicador refleja que no estamos aprovechando el 22.3 por ciento del trabajo disponible que pueden ofrecer los mexicanos. Este porcentaje equivale a 14.6 millones personas. Si bien hay una mejora con respecto al último año, aún hay 2.4 millones de personas más en esta condición de las que había previo a la pandemia.

Mejores empleos es tercer indicador que permite dar seguimiento al poder adquisitivo de los salarios en la formalidad. Este indicador mide el porcentaje de trabajadores formales que ganan lo suficiente para cubrir la línea de bienestar familiar, es decir, que les permite satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, educación, entretenimiento, transporte, etc.

El dato más reciente muestra que, al primer trimestre de 2022, el 54 por ciento de las personas que trabajan en la formalidad reciben un ingreso mayor o igual a la línea de bienestar familiar, lo que significó una caída de 0.8 puntos porcentuales en el último año. Esto se puede explicar por el contexto de presiones inflacionarias que experimentamos. Además, este indicador todavía se encuentra un punto porcentual por debajo de los niveles previos a la pandemia (el primer trimestre de 2020 se ubicaba en 55 por ciento).

Los datos muestran que el mercado laboral mexicano aún enfrenta rezagos en comparación con lo que teníamos previo a la pandemia. Además, contamos con retos estructurales como la informalidad, la brecha de género, y la baja productividad que limitan nuestras posibilidades de crecimiento y desarrollo.

Es prioritario impulsar la atención y apoyo oportuno y eficaz desde el gobierno para mantener el poder adquisitivo de los ingresos por trabajo y el nivel de vida general de los trabajadores y su familia. Así como la asistencia gubernamental a los grupos y sectores más afectados por la pandemia y por el contexto económico adverso.

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala

En México, la meta de creación de 100 mil empleos formales mensuales aún está lejos de alcanzarse; de enero a mayo apenas se han creado 388 mil. No sólo eso, la participación laboral se ubica todavía por debajo de los niveles previos a la pandemia y, además, la recuperación ha sido desigual entre sectores económicos y regiones.

A más de dos años después del comienzo de la pandemia, podemos aseverar que aún está pendiente generar el número de empleos necesarios, revertir el crecimiento de la informalidad así como la erosión en el ingreso y en el poder adquisitivo de las familias.

De acuerdo con el último informe publicado por el Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el mundo laboral, la recuperación de este mercado a escala mundial se ha visto amenazada por varias situaciones críticas: elevada inflación, la inestabilidad financiera y la interrupción de la cadena de suministro mundial, exacerbadas por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que han tenido como consecuencia que la cantidad de horas de trabajo en 2022 se vea afectada.

Se tienen tres indicadores que con base a la información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI al primer trimestre del 2022, se puede dar seguimiento a la evolución e inclusión de nuestro mercado laboral.

Jóvenes en formalidad es el primer indicador, mide el porcentaje de personas ocupadas entre 15 y 29 años que cuentan con un empleo formal. Al primer trimestre 2022, el 40.6 por ciento de los jóvenes ocupados trabajan en la formalidad, a diferencia de la población ocupada general en donde la formalidad representa el 44.8 por ciento, es decir, la formalidad entre jóvenes es menos común que para la población en general. Más aún, en el último año, el indicador solo aumentó 0.5 puntos porcentuales y aún se encuentra por debajo de los niveles previos a la pandemia (40.8 por ciento al primer trimestre 2020).

La brecha laboral es el segundo indicador que mide si el mercado laboral está ofreciendo oportunidades de trabajo suficientes para los mexicanos. En esencia, captura una medida más amplia de desempleo que considera a los desocupados, subocupados (trabajan menos horas de las que quisieran y pudieran) y personas desanimadas (disponibles para trabajar, pero no están buscando trabajo porque consideran que no hay opciones).

Al primer trimestre de 2022, este indicador refleja que no estamos aprovechando el 22.3 por ciento del trabajo disponible que pueden ofrecer los mexicanos. Este porcentaje equivale a 14.6 millones personas. Si bien hay una mejora con respecto al último año, aún hay 2.4 millones de personas más en esta condición de las que había previo a la pandemia.

Mejores empleos es tercer indicador que permite dar seguimiento al poder adquisitivo de los salarios en la formalidad. Este indicador mide el porcentaje de trabajadores formales que ganan lo suficiente para cubrir la línea de bienestar familiar, es decir, que les permite satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, educación, entretenimiento, transporte, etc.

El dato más reciente muestra que, al primer trimestre de 2022, el 54 por ciento de las personas que trabajan en la formalidad reciben un ingreso mayor o igual a la línea de bienestar familiar, lo que significó una caída de 0.8 puntos porcentuales en el último año. Esto se puede explicar por el contexto de presiones inflacionarias que experimentamos. Además, este indicador todavía se encuentra un punto porcentual por debajo de los niveles previos a la pandemia (el primer trimestre de 2020 se ubicaba en 55 por ciento).

Los datos muestran que el mercado laboral mexicano aún enfrenta rezagos en comparación con lo que teníamos previo a la pandemia. Además, contamos con retos estructurales como la informalidad, la brecha de género, y la baja productividad que limitan nuestras posibilidades de crecimiento y desarrollo.

Es prioritario impulsar la atención y apoyo oportuno y eficaz desde el gobierno para mantener el poder adquisitivo de los ingresos por trabajo y el nivel de vida general de los trabajadores y su familia. Así como la asistencia gubernamental a los grupos y sectores más afectados por la pandemia y por el contexto económico adverso.

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala