/ miércoles 19 de febrero de 2020

Visión Empresarial | Igualdad de género: Un asunto impostergable

  • La desigualdad de género en el contexto económico, laboral, social y empresarial es una realidad en México que no se debe ignorar, sino al contrario, hay que hacerle frente con hechos, no en discursos, para generar el cambio.

Según el Foro Económico Mundial, México se ubica en la posición 124 de 149 países por su brecha de género. Prueba de ello es el contexto laboral en nuestro país. Sólo 45 por ciento de las mujeres en edad trabajar se encuentra en el mercado laboral, esta es una de las tasas más bajas entre los países de Latinoamérica y de la OCDE. Como referente Perú, con condiciones similares a las de nuestro país, cuenta con una tasa de participación femenina del 70 por ciento.

A nivel estatal hay casos preocupantes. En Chiapas y Veracruz apenas 3 de cada 10 mujeres participan en el mercado laboral, panorama similar al de países musulmanes como Turquía y Omán.

Aunado a esto, la brecha en el trabajo no remunerado en los hogares es muy amplia: las mujeres ocupan 25 horas más a la semana a esta labor que los hombres.

Un tema apremiante en el país es la violencia que sufren las mujeres. Lamentablemente, la casa no es un espacio seguro. Según datos del INEGI, el 20 por ciento de las mujeres ha enfrentado violencia por parte de sus parejas.

La peor fotografía de la violencia de género la vemos con los 10 feminicidios que ocurren en promedio todos los días. Esto es un incremento de más del 100 por ciento en los últimos 4 años. Un dato dramático es que 50 por ciento de ellas fueron asesinadas por su esposo o concubino, y en 30 por ciento de los casos el crimen ocurrió dentro de su propia casa.

Ante este indignante panorama, no se observa una respuesta enérgica ni una estrategia clara de la autoridad para erradicar el problema.

En el ámbito empresarial, la brecha de género se amplía conforme se avanza en la escala del organigrama laboral.

Actualmente, la tasa de graduados en estudios universitarios se ubica en un promedio de 45 por ciento de mujeres; sin embargo, al incorporarse a una empresa, la proporción desciende a un 37 por ciento de ellas.

Conforme se avanza en la jerarquía, la brecha aumenta ya que sólo hay 16 por ciento de mujeres en posiciones directivas y vicepresidencias. Ya en último eslabón, sólo el 8 por ciento de las direcciones generales son ocupadas por mujeres.

Esto se agrava con el hecho de que las pocas mujeres que alcanzan una posición directiva perciben una quinta parte menos a lo que ganan sus pares masculinos.

Se ha mostrado que las empresas con mayor paridad de género cuentan con mejores métricas financieras que el promedio de sus industrias. Sin embargo, las empresas mexicanas están muy lejos de alcanzarla. Es preocupante que las mujeres representan solo el 7 por ciento de los Consejos de Administración de las empresas.

De frente a esta realidad, las empresarias y empresarios de Coparmex concluimos en que no bastan los discursos de igualdad de género, sino que se requieren acciones concretas.

En Coparmex, estamos comprometidas y comprometidos con las mujeres empresarias y seguiremos impulsando la igualdad de género de manera permanente y contundente.

Asimismo, como organismo empresarial afianzaremos con hechos la participación igualitaria de hombres y mujeres al interior de nuestro sindicato, pero también impulsaremos a nuestras empresas socias a adoptar las acciones afirmativas con las que nos hemos comprometido.

Hacemos un llamado para que todo el sector empresarial asuma su rol para erradicar la desigualdad de género en el ámbito laboral y económico.

De la misma manera, instamos al gobierno a que enfrente con una estrategia clara y contundente, la violencia de la que todos los días son víctimas las mujeres.

* Presidente de la COPARMEX Tlaxcala.

Facebook: @NoeAltamiranoIslas

Twitter: @Noe_Altamirano_

  • La desigualdad de género en el contexto económico, laboral, social y empresarial es una realidad en México que no se debe ignorar, sino al contrario, hay que hacerle frente con hechos, no en discursos, para generar el cambio.

Según el Foro Económico Mundial, México se ubica en la posición 124 de 149 países por su brecha de género. Prueba de ello es el contexto laboral en nuestro país. Sólo 45 por ciento de las mujeres en edad trabajar se encuentra en el mercado laboral, esta es una de las tasas más bajas entre los países de Latinoamérica y de la OCDE. Como referente Perú, con condiciones similares a las de nuestro país, cuenta con una tasa de participación femenina del 70 por ciento.

A nivel estatal hay casos preocupantes. En Chiapas y Veracruz apenas 3 de cada 10 mujeres participan en el mercado laboral, panorama similar al de países musulmanes como Turquía y Omán.

Aunado a esto, la brecha en el trabajo no remunerado en los hogares es muy amplia: las mujeres ocupan 25 horas más a la semana a esta labor que los hombres.

Un tema apremiante en el país es la violencia que sufren las mujeres. Lamentablemente, la casa no es un espacio seguro. Según datos del INEGI, el 20 por ciento de las mujeres ha enfrentado violencia por parte de sus parejas.

La peor fotografía de la violencia de género la vemos con los 10 feminicidios que ocurren en promedio todos los días. Esto es un incremento de más del 100 por ciento en los últimos 4 años. Un dato dramático es que 50 por ciento de ellas fueron asesinadas por su esposo o concubino, y en 30 por ciento de los casos el crimen ocurrió dentro de su propia casa.

Ante este indignante panorama, no se observa una respuesta enérgica ni una estrategia clara de la autoridad para erradicar el problema.

En el ámbito empresarial, la brecha de género se amplía conforme se avanza en la escala del organigrama laboral.

Actualmente, la tasa de graduados en estudios universitarios se ubica en un promedio de 45 por ciento de mujeres; sin embargo, al incorporarse a una empresa, la proporción desciende a un 37 por ciento de ellas.

Conforme se avanza en la jerarquía, la brecha aumenta ya que sólo hay 16 por ciento de mujeres en posiciones directivas y vicepresidencias. Ya en último eslabón, sólo el 8 por ciento de las direcciones generales son ocupadas por mujeres.

Esto se agrava con el hecho de que las pocas mujeres que alcanzan una posición directiva perciben una quinta parte menos a lo que ganan sus pares masculinos.

Se ha mostrado que las empresas con mayor paridad de género cuentan con mejores métricas financieras que el promedio de sus industrias. Sin embargo, las empresas mexicanas están muy lejos de alcanzarla. Es preocupante que las mujeres representan solo el 7 por ciento de los Consejos de Administración de las empresas.

De frente a esta realidad, las empresarias y empresarios de Coparmex concluimos en que no bastan los discursos de igualdad de género, sino que se requieren acciones concretas.

En Coparmex, estamos comprometidas y comprometidos con las mujeres empresarias y seguiremos impulsando la igualdad de género de manera permanente y contundente.

Asimismo, como organismo empresarial afianzaremos con hechos la participación igualitaria de hombres y mujeres al interior de nuestro sindicato, pero también impulsaremos a nuestras empresas socias a adoptar las acciones afirmativas con las que nos hemos comprometido.

Hacemos un llamado para que todo el sector empresarial asuma su rol para erradicar la desigualdad de género en el ámbito laboral y económico.

De la misma manera, instamos al gobierno a que enfrente con una estrategia clara y contundente, la violencia de la que todos los días son víctimas las mujeres.

* Presidente de la COPARMEX Tlaxcala.

Facebook: @NoeAltamiranoIslas

Twitter: @Noe_Altamirano_

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