/ miércoles 14 de octubre de 2020

Visión Empresarial | No más impuestos; sí más inversión y mejores trabajos por México

El Fondo Monetario Internacional (FMI), atendiendo el artículo IV del Convenio Constitutivo del organismo y después de realizar un análisis de las fortalezas y debilidades de la economía mexicana, publicó a inicios del mes de octubre, una serie de recomendaciones para el Gobierno de México, y entre varios temas, propuso una reforma fiscal integral para nuestro país.

Por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) respondió al organismo internacional, respecto a que rechazaba cualquier aumento de impuestos, incluidos el ISR [Sobre la Renta], el IVA [Valor Agregado] y los tributos relacionados a gasolinas, sobre todo ante la coyuntura de la crisis económica y social que enfrentamos a consecuencia de la pandemia de la enfermedad Covid-19.

Desde el sector empresarial coincidimos con la postura planteada por la SHCP, de rechazar un aumento de impuestos, ya que en un momento como el que estamos enfrentando, el aumento de impuestos podría significar un daño muy grande, e incluso fatal, para las empresas y sus trabajadores.

Ponemos en perspectiva que desde antes de la pandemia, las empresas en México ya enfrentaban una de las tasas de impuestos más altas entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Después de Francia y Colombia, nuestro país se ubica como el tercero entre las naciones miembro de dicho organismo internacional. Ello, entre otras cosas, debido al alta tasa de ISR que se cobra a las empresas mexicanas, que supera en 8.2 puntos porcentuales el promedio entre los países de la OCDE.

A pesar de ello, México es el que reporta una menor recaudación de impuestos como porcentaje del Producto Interno Bruto entre los países de la OCDE, con 16.1 por ciento, cuando el promedio de la organización internacional es de 34.3%, menor también al promedio de América Latina, que es de 23.1% del PIB.

Ante este escenario, consideramos que la solución no debe de estar enfocada en el aumento de las tasas impositivas, que de por sí ya son unas de las más altas del mundo, sino, al contrario, los esfuerzos se deben centrar en combatir la informalidad, para de esta forma aumentar la recaudación.

Asimismo, en la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) consideramos importante agregar que el sector privado ya está asumiendo un aumento de la contribución patronal a la seguridad social con la reciente propuesta de pensiones.

Por otro lado, pedimos que la SHCP tome en cuenta otras de las recomendaciones que emitió el FMI. En específico, la necesidad de aumentar el apoyo otorgado por el Gobierno Federal para amortiguar los impactos económicos y sociales de la pandemia.

Observamos que hasta el momento dicho apoyo ha sido muy limitado, por lo que desde la COPARMEX hemos puesto sobre la mesa la implementación de un plan robusto de impulso al empleo, equivalente al 1 por ciento del PIB, y que estaría en el margen recomendado por el FMI.

Por otro lado, no podemos esperar más a que la afectación económica en las empresas sea aún más significativa, por ello los esfuerzos de los tres niveles y órdenes de gobierno debe ser el de recuperar las condiciones de confianza y certidumbre, para atraer nuevas inversiones, generar empleos y detonar el potencial de nuestra economía.

Para ello, se debe apuntalar la estabilidad macroeconómica, con finanzas públicas sanas, una política monetaria autónoma y un sistema financiero robusto. Así como abrir la llave del gasto público de forma eficiente para tener un dinamismo de los sectores económicos. Privilegiar proyectos de infraestructura que ayuden a crear capacidad instalada para incrementar la productividad y la competitividad del país. No dejar a un lado el robustecer la actividad industrial, aprovechando las capacidades productivas de los estados, para que las empresas mexicanas –en especial las PYMES– se inserten en las cadenas productivas nacionales, regionales y globales. Y aquella tarea que va más allá de lo económico, es decir, seguir avanzando en el fortalecimiento de nuestras instituciones para combatir la inseguridad, mitigar la corrupción y hacer valer el Estado de Derecho

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), atendiendo el artículo IV del Convenio Constitutivo del organismo y después de realizar un análisis de las fortalezas y debilidades de la economía mexicana, publicó a inicios del mes de octubre, una serie de recomendaciones para el Gobierno de México, y entre varios temas, propuso una reforma fiscal integral para nuestro país.

Por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) respondió al organismo internacional, respecto a que rechazaba cualquier aumento de impuestos, incluidos el ISR [Sobre la Renta], el IVA [Valor Agregado] y los tributos relacionados a gasolinas, sobre todo ante la coyuntura de la crisis económica y social que enfrentamos a consecuencia de la pandemia de la enfermedad Covid-19.

Desde el sector empresarial coincidimos con la postura planteada por la SHCP, de rechazar un aumento de impuestos, ya que en un momento como el que estamos enfrentando, el aumento de impuestos podría significar un daño muy grande, e incluso fatal, para las empresas y sus trabajadores.

Ponemos en perspectiva que desde antes de la pandemia, las empresas en México ya enfrentaban una de las tasas de impuestos más altas entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Después de Francia y Colombia, nuestro país se ubica como el tercero entre las naciones miembro de dicho organismo internacional. Ello, entre otras cosas, debido al alta tasa de ISR que se cobra a las empresas mexicanas, que supera en 8.2 puntos porcentuales el promedio entre los países de la OCDE.

A pesar de ello, México es el que reporta una menor recaudación de impuestos como porcentaje del Producto Interno Bruto entre los países de la OCDE, con 16.1 por ciento, cuando el promedio de la organización internacional es de 34.3%, menor también al promedio de América Latina, que es de 23.1% del PIB.

Ante este escenario, consideramos que la solución no debe de estar enfocada en el aumento de las tasas impositivas, que de por sí ya son unas de las más altas del mundo, sino, al contrario, los esfuerzos se deben centrar en combatir la informalidad, para de esta forma aumentar la recaudación.

Asimismo, en la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) consideramos importante agregar que el sector privado ya está asumiendo un aumento de la contribución patronal a la seguridad social con la reciente propuesta de pensiones.

Por otro lado, pedimos que la SHCP tome en cuenta otras de las recomendaciones que emitió el FMI. En específico, la necesidad de aumentar el apoyo otorgado por el Gobierno Federal para amortiguar los impactos económicos y sociales de la pandemia.

Observamos que hasta el momento dicho apoyo ha sido muy limitado, por lo que desde la COPARMEX hemos puesto sobre la mesa la implementación de un plan robusto de impulso al empleo, equivalente al 1 por ciento del PIB, y que estaría en el margen recomendado por el FMI.

Por otro lado, no podemos esperar más a que la afectación económica en las empresas sea aún más significativa, por ello los esfuerzos de los tres niveles y órdenes de gobierno debe ser el de recuperar las condiciones de confianza y certidumbre, para atraer nuevas inversiones, generar empleos y detonar el potencial de nuestra economía.

Para ello, se debe apuntalar la estabilidad macroeconómica, con finanzas públicas sanas, una política monetaria autónoma y un sistema financiero robusto. Así como abrir la llave del gasto público de forma eficiente para tener un dinamismo de los sectores económicos. Privilegiar proyectos de infraestructura que ayuden a crear capacidad instalada para incrementar la productividad y la competitividad del país. No dejar a un lado el robustecer la actividad industrial, aprovechando las capacidades productivas de los estados, para que las empresas mexicanas –en especial las PYMES– se inserten en las cadenas productivas nacionales, regionales y globales. Y aquella tarea que va más allá de lo económico, es decir, seguir avanzando en el fortalecimiento de nuestras instituciones para combatir la inseguridad, mitigar la corrupción y hacer valer el Estado de Derecho

  • * Presidente de la COPARMEX Tlaxcala.