/ miércoles 8 de julio de 2020

Visión Empresarial | Remedios Solidarios para impulsar la inversión y el consumo

Este lunes 6 de julio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó datos de abril referentes a la inversión y al consumo, que confirman el desplome de la actividad económica mexicana a consecuencia de la pandemia derivada del coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19).

Los datos correspondientes a abril 2020 sobre la Inversión Fija Bruta -indicador que nos permite medir la confianza y las expectativas a futuro sobre la economía nacional- muestran una caída anual de (-)37.1 por ciento, la más pronunciada desde octubre de 1995. Asimismo, el componente de maquinaria y equipo reportó una caída anual de (-)38 por ciento, mientras que el componente de construcción cayó (36.3) por ciento.

La inversión ya venía experimentando un fuerte debilitamiento. De hecho, se han acumulado quince meses consecutivos de caídas anuales (desde febrero 2019). Los bajos niveles de inversión responden a una pérdida de confianza empresarial, siete meses consecutivos con niveles negativos en todos los sectores, según el Inegi. Lo anterior, resultado de las decisiones del Gobierno Federal que han impactado directamente la certidumbre jurídica y el Estado de Derecho.

Por otra parte, los datos correspondientes a abril 2020 sobre el Consumo Privado del Mercado Interno reportados por el INEGI muestran una caída anual del (-)22.3 por ciento. Esta es la más pronunciada desde que se tiene registro (1994). Durante 1995, el descenso más fuerte fue de (-)11.2 por ciento, mientras que en 2009 fue de (-)7.6 por ciento.

El consumo es un indicador que se mantiene relativamente constante en el tiempo. En este sentido, su desplome es preocupante ya que refleja el deterioro del ingreso de las familias, así como los impactos del confinamiento en la demanda.

Este indicador ya mostraba también un debilitamiento previo a la llegada a la pandemia, ya que durante 2019, el consumo permaneció estancado con crecimiento del 0.7 por ciento, mientras que el promedio del crecimiento anual de los seis años previos fue superior al 2 por ciento.

Además, desde fuera nos llegan señales muy preocupantes, alertas de que no se están haciendo bien las cosas en materia de inversión extranjera. México descendió tres posiciones en el ranking de competitividad del IMD Business School. Pasamos de la posición 50 a 53 (de 63 países). La posición de México es la más baja desde que se lleva a cabo este ranking.

A esto se suma que México salió de la lista de las 25 economías más atractivas para la Inversión Extranjera Directa, elaborada por AT Kearney. Es la primera vez que la economía mexicana no figura en la lista desde su primer ingreso en 2013, cuando se ubicó en la novena posición.

El panorama se ve complejo y el T-MEC por sí solo no podrá ser un salvavidas de esta debacle económica. Por ejemplo, en su último informe presentado el 2 de julio, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó el cierre de 500 mil empresas formales en México ante la falta de liquidez ocasionada por las medidas de confinamiento.

En la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), hacemos un llamado urgente para que el Gobierno Federal implemente los recursos fiscales suficientes para permitirnos levantarnos de la caída que ha sufrido nuestra economía en los últimos meses.

El Gobierno Federal debe destinar recursos a implementar los #RemediosSolidarios para preservar empleos, proteger a los trabajadores desempleados y crear nuevas fuentes de ingreso para las familias mexicanas. De no hacerlo, el saldo de esta pandemia no será transitorio sino permanente, por lo que estaremos presenciando la desaparición de trabajos formales, el cierre de miles de negocios, así como la pérdida de productividad y recursos fiscales.

Este lunes 6 de julio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó datos de abril referentes a la inversión y al consumo, que confirman el desplome de la actividad económica mexicana a consecuencia de la pandemia derivada del coronavirus SARS-CoV-2 (que causa la enfermedad COVID-19).

Los datos correspondientes a abril 2020 sobre la Inversión Fija Bruta -indicador que nos permite medir la confianza y las expectativas a futuro sobre la economía nacional- muestran una caída anual de (-)37.1 por ciento, la más pronunciada desde octubre de 1995. Asimismo, el componente de maquinaria y equipo reportó una caída anual de (-)38 por ciento, mientras que el componente de construcción cayó (36.3) por ciento.

La inversión ya venía experimentando un fuerte debilitamiento. De hecho, se han acumulado quince meses consecutivos de caídas anuales (desde febrero 2019). Los bajos niveles de inversión responden a una pérdida de confianza empresarial, siete meses consecutivos con niveles negativos en todos los sectores, según el Inegi. Lo anterior, resultado de las decisiones del Gobierno Federal que han impactado directamente la certidumbre jurídica y el Estado de Derecho.

Por otra parte, los datos correspondientes a abril 2020 sobre el Consumo Privado del Mercado Interno reportados por el INEGI muestran una caída anual del (-)22.3 por ciento. Esta es la más pronunciada desde que se tiene registro (1994). Durante 1995, el descenso más fuerte fue de (-)11.2 por ciento, mientras que en 2009 fue de (-)7.6 por ciento.

El consumo es un indicador que se mantiene relativamente constante en el tiempo. En este sentido, su desplome es preocupante ya que refleja el deterioro del ingreso de las familias, así como los impactos del confinamiento en la demanda.

Este indicador ya mostraba también un debilitamiento previo a la llegada a la pandemia, ya que durante 2019, el consumo permaneció estancado con crecimiento del 0.7 por ciento, mientras que el promedio del crecimiento anual de los seis años previos fue superior al 2 por ciento.

Además, desde fuera nos llegan señales muy preocupantes, alertas de que no se están haciendo bien las cosas en materia de inversión extranjera. México descendió tres posiciones en el ranking de competitividad del IMD Business School. Pasamos de la posición 50 a 53 (de 63 países). La posición de México es la más baja desde que se lleva a cabo este ranking.

A esto se suma que México salió de la lista de las 25 economías más atractivas para la Inversión Extranjera Directa, elaborada por AT Kearney. Es la primera vez que la economía mexicana no figura en la lista desde su primer ingreso en 2013, cuando se ubicó en la novena posición.

El panorama se ve complejo y el T-MEC por sí solo no podrá ser un salvavidas de esta debacle económica. Por ejemplo, en su último informe presentado el 2 de julio, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó el cierre de 500 mil empresas formales en México ante la falta de liquidez ocasionada por las medidas de confinamiento.

En la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), hacemos un llamado urgente para que el Gobierno Federal implemente los recursos fiscales suficientes para permitirnos levantarnos de la caída que ha sufrido nuestra economía en los últimos meses.

El Gobierno Federal debe destinar recursos a implementar los #RemediosSolidarios para preservar empleos, proteger a los trabajadores desempleados y crear nuevas fuentes de ingreso para las familias mexicanas. De no hacerlo, el saldo de esta pandemia no será transitorio sino permanente, por lo que estaremos presenciando la desaparición de trabajos formales, el cierre de miles de negocios, así como la pérdida de productividad y recursos fiscales.