/ miércoles 11 de agosto de 2021

Visión Empresarial | Retorno a clases, ¿es posible?

La decisión de regresar a las aulas debe estar fundamentada técnica, médica y profesionalmente. Está de por medio la salud y la vida de las y los niños, adolescentes y jóvenes, así como también del personal docente y administrativo de las escuelas.

Según una encuesta realizada por “El Financiero”, el 62% de los mexicanos está en desacuerdo con el regreso a clases; por ello, es importante analizar si es pertinente el regreso presencial a clases y cuáles son las condiciones mínimas requeridas; sobre todo, cuando el país enfrenta una tercera oleada de contagios por la variante Delta de la Covid-19.

Coincidimos en que se debe frenar el rezago educativo y el aislamiento que afecta a los niños, pero, al mismo tiempo, garantizar su salud, la de sus familias y sus maestros.

El impacto económico de la pandemia en el sector educativo se ha hecho igual presente, pues de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI (incluye empleo formal e informal) en el sector educativo, desde el inicio de la pandemia, se han perdido, a nivel nacional, más de 98 mil empleos, lo que implica una caída de (-)14.0 por ciento respecto a los trabajadores asegurados en el IMSS en el sector en febrero 2020.

Es importante destacar que el sector educativo fue el número 6 con mayor caída proporcional desde el inicio de la emergencia sanitaria.

La afectación en el proceso de aprendizaje y el debilitamiento de la motivación entre el alumnado son patentes y ponen al sistema educativo en una situación de urgencia.

La evidencia confirma que la brecha educativa se ha ampliado entre los estudiantes de escasos recursos y aquellos que cuentan con herramientas a su alcance, por ejemplo: estudiantes con bajos recursos que no han podido adquirir dispositivos electrónicos para tomar clases en línea; también existen casos donde en un hogar con varios niños se comparte un sólo dispositivo; alumnos que viven en zonas sin conectividad no han podido tener contacto con sus maestros; jóvenes que tuvieron que modificar su actividad académica debido a que en su hogar hubo uno o más familiares enfermos de Covid-19.

Además, hay que considerar que, según datos del INEGI, la Covid-19 se encuentra entre las principales causas de muerte de los 0 a los 14 años.

Y que la variante Delta es doblemente más transmisible que el virus original, está atacando más a los jóvenes y a los niños por ser población no vacunada y estar expuestos a una mayor movilidad.

Por ello, el Gobierno debe garantizar que las escuelas cuenten con los materiales necesarios en materia sanitaria (geles, cubrebocas, termómetros, agua y jabón como los mínimos indispensables).

Además, es recomendable que los maestros cuenten con computadora, videocámara y conectividad a internet para atender a los alumnos a distancia.

De igual manera, se necesitan aplicar protocolos específicos con elementos que no pueden faltar y recomendaciones complementarias cuya aplicación requiere de la dotación de recursos específicos para su implementación, es decir, se requieren protocolos para los traslados de los estudiantes, su estancia en aulas, en espacios abiertos, y de detección y trazabilidad de contagios.

Asimismo, es fundamental conocer la realidad de otros países. Pues de acuerdo con un informe de la Academia Estadunidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales de Niños de Estados Unidos, casi 72 mil menores en ese país dieron positivo a Covid-19 sólo en la última semana.

Esto representó un crecimiento exponencial en el número de contagios, que registraba 39 mil casos hace un par de semanas.

De acuerdo con el informe, el 19 por ciento de todos los casos de Covid-19 en ese país fue en menores de edad, es decir, casi uno de cada cinco personas infectadas en los últimos días.

Aunque los casos con síntomas graves son poco comunes, eso no quiere decir que los niños no se conviertan en transmisores de la enfermedad y aún se siguen investigando las secuelas que el virus pudiera tener en su salud y desarrollo futuros.

Por las razones comentadas con antelación y gracias a los estudios médicos recientes se confirma la necesidad de vacunar a los menores de edad contra la Covid-19.

Países como Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Perú ya comenzaron a hacerlo a los menores de entre 12 y 17 años.

En el sector patronal deseamos el bienestar de los niños y jóvenes, de los padres de familia y de los docentes del país.

Creemos que el regreso a clases es posible siempre y cuando se cuente con las condiciones para que sea seguro.

  • La vacunación es actualmente la principal estrategia de prevención de salud pública para combatir la pandemia de Covid-19, pero es indispensable que se contemple a los menores de edad y que no se abandone o subestime la implementación de medidas complementarias para reducir la propagación del virus. Si queremos que el retorno a las aulas sea exitoso debemos poner a la salud por delante y garantizar las condiciones para que todos tengamos confianza.

* Presidente de la COPARMEX Tlaxcala

La decisión de regresar a las aulas debe estar fundamentada técnica, médica y profesionalmente. Está de por medio la salud y la vida de las y los niños, adolescentes y jóvenes, así como también del personal docente y administrativo de las escuelas.

Según una encuesta realizada por “El Financiero”, el 62% de los mexicanos está en desacuerdo con el regreso a clases; por ello, es importante analizar si es pertinente el regreso presencial a clases y cuáles son las condiciones mínimas requeridas; sobre todo, cuando el país enfrenta una tercera oleada de contagios por la variante Delta de la Covid-19.

Coincidimos en que se debe frenar el rezago educativo y el aislamiento que afecta a los niños, pero, al mismo tiempo, garantizar su salud, la de sus familias y sus maestros.

El impacto económico de la pandemia en el sector educativo se ha hecho igual presente, pues de acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI (incluye empleo formal e informal) en el sector educativo, desde el inicio de la pandemia, se han perdido, a nivel nacional, más de 98 mil empleos, lo que implica una caída de (-)14.0 por ciento respecto a los trabajadores asegurados en el IMSS en el sector en febrero 2020.

Es importante destacar que el sector educativo fue el número 6 con mayor caída proporcional desde el inicio de la emergencia sanitaria.

La afectación en el proceso de aprendizaje y el debilitamiento de la motivación entre el alumnado son patentes y ponen al sistema educativo en una situación de urgencia.

La evidencia confirma que la brecha educativa se ha ampliado entre los estudiantes de escasos recursos y aquellos que cuentan con herramientas a su alcance, por ejemplo: estudiantes con bajos recursos que no han podido adquirir dispositivos electrónicos para tomar clases en línea; también existen casos donde en un hogar con varios niños se comparte un sólo dispositivo; alumnos que viven en zonas sin conectividad no han podido tener contacto con sus maestros; jóvenes que tuvieron que modificar su actividad académica debido a que en su hogar hubo uno o más familiares enfermos de Covid-19.

Además, hay que considerar que, según datos del INEGI, la Covid-19 se encuentra entre las principales causas de muerte de los 0 a los 14 años.

Y que la variante Delta es doblemente más transmisible que el virus original, está atacando más a los jóvenes y a los niños por ser población no vacunada y estar expuestos a una mayor movilidad.

Por ello, el Gobierno debe garantizar que las escuelas cuenten con los materiales necesarios en materia sanitaria (geles, cubrebocas, termómetros, agua y jabón como los mínimos indispensables).

Además, es recomendable que los maestros cuenten con computadora, videocámara y conectividad a internet para atender a los alumnos a distancia.

De igual manera, se necesitan aplicar protocolos específicos con elementos que no pueden faltar y recomendaciones complementarias cuya aplicación requiere de la dotación de recursos específicos para su implementación, es decir, se requieren protocolos para los traslados de los estudiantes, su estancia en aulas, en espacios abiertos, y de detección y trazabilidad de contagios.

Asimismo, es fundamental conocer la realidad de otros países. Pues de acuerdo con un informe de la Academia Estadunidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales de Niños de Estados Unidos, casi 72 mil menores en ese país dieron positivo a Covid-19 sólo en la última semana.

Esto representó un crecimiento exponencial en el número de contagios, que registraba 39 mil casos hace un par de semanas.

De acuerdo con el informe, el 19 por ciento de todos los casos de Covid-19 en ese país fue en menores de edad, es decir, casi uno de cada cinco personas infectadas en los últimos días.

Aunque los casos con síntomas graves son poco comunes, eso no quiere decir que los niños no se conviertan en transmisores de la enfermedad y aún se siguen investigando las secuelas que el virus pudiera tener en su salud y desarrollo futuros.

Por las razones comentadas con antelación y gracias a los estudios médicos recientes se confirma la necesidad de vacunar a los menores de edad contra la Covid-19.

Países como Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Perú ya comenzaron a hacerlo a los menores de entre 12 y 17 años.

En el sector patronal deseamos el bienestar de los niños y jóvenes, de los padres de familia y de los docentes del país.

Creemos que el regreso a clases es posible siempre y cuando se cuente con las condiciones para que sea seguro.

  • La vacunación es actualmente la principal estrategia de prevención de salud pública para combatir la pandemia de Covid-19, pero es indispensable que se contemple a los menores de edad y que no se abandone o subestime la implementación de medidas complementarias para reducir la propagación del virus. Si queremos que el retorno a las aulas sea exitoso debemos poner a la salud por delante y garantizar las condiciones para que todos tengamos confianza.

* Presidente de la COPARMEX Tlaxcala