/ jueves 10 de mayo de 2018

Y tú, ¿por quién vas a votar?

Alberto Jaume Torres*

Me parece que el debate entre candidatos a la Presidencia de la República fue el banderazo inicial de las campañas propiamente dichas, las personalidades de cada uno, sus formas, su imagen, propuestas, historia y todo aquello que cada quien observa desde su particular punto de vista.

Sabemos que hay quienes ven los debates o spots y su voto está decidido por algún candidato o partido. Y la verdad, es curioso cómo los seres humanos en una gran mayoría tienen una decisión tomada previo a las campañas, debates, argumentos, propuestas o lo que sea; como un 30 por ciento aproximadamente del electorado puede mover sus preferencias electorales, esto es, que a partir de lo que escuche, perciba y evalúe de los candidatos, sus propuestas, ademanes, formas, actitudes, dichos, filias y fobias; en la intimidad decidirá dar su voto a favor o en contra de algún candidato (a).

Y también resulta un misterio cuál es el proceso mental por el cual decidimos por un candidato o por otro. Cada uno de nosotros hace una evaluación y le da valor consciente o inconsciente a los diferentes aspectos que vemos, percibimos o analizamos.

No sé si el único lector que me lee recuerda la materia de vectores. Yo recuerdo a mi maestro explicando en el pizarrón que ponía en un gran círculo, múltiples flechas apuntado en diferentes direcciones y decía que cada flecha representaba una fuerza; las flechas de diferentes tamaños representaban la intensidad de la fuerza, y si se combinaban todas ellas salía una gran flecha, en una sola y única dirección; a esa fuerza aglutinadora se le llamaba “resultante”.

Así es como percibo que la ciudadanía decide su voto, cada flecha es un valor o antivalor; el tamaño representa la fuerza que tiene en nosotros, pero hay muchas fuerzas que no somos ni siquiera conscientes de que existen. Tus gustos, afinidades, influencias familiares, amistades, miedos, anhelos, enfados, hartazgos, ilusiones, y así un sinfín de flechas que están en el círculo en el que nos movemos. Y, por un impulso casi inconsciente, la resultante de todo aquello nos hace inclinarnos por una opción u otra.

Lo verdaderamente curioso es que, a esa resultante la percibimos como la verdad; es decir, si nosotros ya evaluamos y ponderamos las opciones, pues seguro mi candidato es el bueno y los otros desde luego están mal y equivocados. ¡Aquí existe un universo de posibilidades, algunos se muestran atónitos por qué el “otro” no ve lo que yo! Y lo considera o poco leído, inocente o francamente un imbécil, y así empieza la intolerancia, La verdad es que las fuerzas que cada uno tiene en su círculo actúan de diferente manera e intensidad.

Me parece muy interesante por lo menos el ser conscientes de todo aquello que influye para tomar una decisión, ya que de ese modo podemos de manera más relajada, observar nuestros procesos mentales, darles su lugar y valor.

La única verdad es que nadie la posee; por tanto, al elegir, existe un gran salto hacia la incertidumbre, todo está por hacerse y por manifestarse, seamos conscientes y tolerantes, sabiendo que lo que pensamos está influido por muchos factores, hay que escuchar, percibir y ser conscientes de aquello que tiene fuerza y actúa en nosotros así, como en los demás. Al fin y al cabo, esto es solo una simple y llana elecció.


*Vocal Ejecutivo de la Junta Distrital 03

Alberto Jaume Torres*

Me parece que el debate entre candidatos a la Presidencia de la República fue el banderazo inicial de las campañas propiamente dichas, las personalidades de cada uno, sus formas, su imagen, propuestas, historia y todo aquello que cada quien observa desde su particular punto de vista.

Sabemos que hay quienes ven los debates o spots y su voto está decidido por algún candidato o partido. Y la verdad, es curioso cómo los seres humanos en una gran mayoría tienen una decisión tomada previo a las campañas, debates, argumentos, propuestas o lo que sea; como un 30 por ciento aproximadamente del electorado puede mover sus preferencias electorales, esto es, que a partir de lo que escuche, perciba y evalúe de los candidatos, sus propuestas, ademanes, formas, actitudes, dichos, filias y fobias; en la intimidad decidirá dar su voto a favor o en contra de algún candidato (a).

Y también resulta un misterio cuál es el proceso mental por el cual decidimos por un candidato o por otro. Cada uno de nosotros hace una evaluación y le da valor consciente o inconsciente a los diferentes aspectos que vemos, percibimos o analizamos.

No sé si el único lector que me lee recuerda la materia de vectores. Yo recuerdo a mi maestro explicando en el pizarrón que ponía en un gran círculo, múltiples flechas apuntado en diferentes direcciones y decía que cada flecha representaba una fuerza; las flechas de diferentes tamaños representaban la intensidad de la fuerza, y si se combinaban todas ellas salía una gran flecha, en una sola y única dirección; a esa fuerza aglutinadora se le llamaba “resultante”.

Así es como percibo que la ciudadanía decide su voto, cada flecha es un valor o antivalor; el tamaño representa la fuerza que tiene en nosotros, pero hay muchas fuerzas que no somos ni siquiera conscientes de que existen. Tus gustos, afinidades, influencias familiares, amistades, miedos, anhelos, enfados, hartazgos, ilusiones, y así un sinfín de flechas que están en el círculo en el que nos movemos. Y, por un impulso casi inconsciente, la resultante de todo aquello nos hace inclinarnos por una opción u otra.

Lo verdaderamente curioso es que, a esa resultante la percibimos como la verdad; es decir, si nosotros ya evaluamos y ponderamos las opciones, pues seguro mi candidato es el bueno y los otros desde luego están mal y equivocados. ¡Aquí existe un universo de posibilidades, algunos se muestran atónitos por qué el “otro” no ve lo que yo! Y lo considera o poco leído, inocente o francamente un imbécil, y así empieza la intolerancia, La verdad es que las fuerzas que cada uno tiene en su círculo actúan de diferente manera e intensidad.

Me parece muy interesante por lo menos el ser conscientes de todo aquello que influye para tomar una decisión, ya que de ese modo podemos de manera más relajada, observar nuestros procesos mentales, darles su lugar y valor.

La única verdad es que nadie la posee; por tanto, al elegir, existe un gran salto hacia la incertidumbre, todo está por hacerse y por manifestarse, seamos conscientes y tolerantes, sabiendo que lo que pensamos está influido por muchos factores, hay que escuchar, percibir y ser conscientes de aquello que tiene fuerza y actúa en nosotros así, como en los demás. Al fin y al cabo, esto es solo una simple y llana elecció.


*Vocal Ejecutivo de la Junta Distrital 03