El maestro Virginio Velázquez López fue sorprendido con una fiesta de cumpleaños que le organizó su querida esposa, Minerva Morales Torreblanca, en su domicilio, donde lo acompañaron amistades de antaño y familiares de otros estados que viajaron solo para estar con él en este día especial.
La fiesta fue mexicana y los invitados disfrutaron de diversos guisos de nuestro bello País, no podían faltar los tacos dorados y pambazos que fueron lo que más ofrecieron en esta fiesta agradable de don Virginio.
Así como pulque preparado de piñón, nuez, coco y café fue lo que tomaron los presentes, así como aguas de frutas. Para hacer más amena y mexicana la fiesta, algunos invitados lucieron trajes típicos de algunos estados de la Republica, los que más destacaron fueron los de Oaxaca, las señoras y jovencitas, dejaron ver su belleza con estos atuendos que últimamente se ponen más de moda para asistir a celebraciones.
Luego llegó el momento de cortar el pastel, y Virginio le dio la tradicional mordida, no sin antes de haber escuchado las tradicionales “Mañanitas”, que le cantaron sus invitados.
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