Fue el pasado siete de julio cuando las aguas de la pila bautismal de la capilla de Guadalupe, en Ocotlán, Tlaxcala, cayeron sobre el pequeño Pedro Alonso.
En brazos de sus padres, Pedro López y Mariana Sampedro, el nuevo hijo de Dios, con apenas un año de edad, recibió el primero de los siete sacramentos que ordena la Iglesia católica.
Sus padrinos, Cecilia López y Guillermo Conde, atendieron la confianza y el compromiso que vertieron sobre ellos al elegirlos para permanecer cerca de Alonso y al tiempo guiarlo en su camino por la vida espiritual.
Después de la misa, la familia López Sampedro se trasladó al Jardín de La Noria, donde fueron acompañados por familiares y amigos cercanos, para disfrutar de un exquisito festín en honor a su primogénito.