Hablar de una de las figuras más emblemáticas del horror como lo es el vampiro, significa remitirnos obligadamente a Bram Stoker, creador de “Drácula” (año 1897) la novela más icónica de todos los tiempos que hizo de este personaje parte de la cultura universal.
A pesar de la fama que hoy goza el escritor irlandés, Stoker murió sin ser reconocido por su trabajo y en medio de la pobreza el 20 de abril de 1912, y sería hasta 10 años después, en 1922, cuando su nombre sería finalmente conocido cuando el cineasta alemán Friedrich Wilhelm Murnau llevó a la pantalla “Nosferatu”, película de cine mudo basada en el personaje.
El interés de Stoker por las historias fantásticas, de acuerdo con sus biógrafos, surgió por una costumbre arraigada desde niño cuando al encontrarse frecuentemente en cama debido a sus enfermedades, su madre le contaba historias de fantasmas y seres mitológicos que años más tarde le servirían de inspiración.
EL HORROR NO FUE SU ÚNICO TEMA
Las historias de horror no fueron el único tema en su obra pero sí el que mejor desarrolló, por lo que también resaltan “La copa de cristal” (1872) y “La dama del sudario” (1909), otra de sus destacadas novelas por la trama gótica.
Además de novelista, Bram Stoker también se desempeñó como periodista y crítico de teatro y según los especialistas, en vida nunca se sintió como un escritor de novelas.
Stoker fue un hombre reservado a quien nunca le atrajo la fama ni el escándalo; quizá uno de los episodios más polémicos en su discreta vida fue su abierta crítica a la homosexualidad, pues incluso en 1912 exigió el encarcelamiento de todos los escritores con tendencias homosexuales en Gran Bretaña.
De acuerdo con algunos investigadores de la vida y obra de Stoker, este hecho hace pensar que el propio escritor negaba su condición sexual, debido a que existen indicios de su orientación, como su cercana relación con el actor Henry Irving, su matrimonio asexual con la actriz Florence Balcombe, quien fuera novia del también escritor Oscar Wilde, así como indicios homoeróticos en su obra.
Stoker llevó a la figura del vampiro a un nivel mítico que a pesar del paso del tiempo sigue presente en casi la totalidad de las culturas. Su muerte pasó desapercibida en los diarios de la época, pues coincidió con el hundimiento del Titanic, pero hoy día es uno de los novelistas más reconocidos por su aportación a la literatura de terror.
- "Drácula” ha inspirado a un sinfín de películas, libros, series; entre las películas más populares de los últimos años se encuentra la versión del cineasta Francis Ford Coppola “Drácula, de Bram Stoker”, de 1992
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