Como parte de las actividades del IV Congreso de Lengua y Literatura que celebra del 23 al 25 de mayo la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), a través de la Facultad de Filosofía y Letras, el grupo estudiantil Serpientes y Escaleras, dirigido por José Luis Alfaro, presentó la puesta en escena “Malas palabras”.
La obra de Perla Szuchmacher narra la vida y rutina de Flor, una niña de diez años que, como cualquiera de su edad, asiste a la escuela y disfruta jugar e inventar nuevos juegos con sus amigos.
Conforme avanza la historia, se da cuenta que hay cosas de su vida que no conoce, y que además sus papás tampoco le pueden explicar; poco a poco se cuestiona más y más hasta que ellos determinan contarle la verdad: Flor es adoptada.
Desde entonces, el mundo infantil de la protagonista se ve alterado por la noticia y se observa el proceso que sigue para asumir y enfrentar la nueva realidad, así como la lucha de los padres por esconder la verdad, “como si decirlo en voz alta fueran malas palabras”.
Previo a la presentación, Alfaro comentó que siempre es grato poder presentarse en la universidad, pues sus montajes son muy bien recibidos por los alumnos que asisten a apoyar a sus compañeras de grupo.
“Para mí esta función está dedicada a toda la generación que ya va a graduarse este año, porque con ellos fue con los que inicié este taller de teatro que nos ha dado tantas alegrías, muchos de ustedes nos han acompañado en el viaje y han visto como ellas han dado toda su entrega”, dijo.
Externó sentirse satisfecho por las funciones que el taller brindó durante todo este tiempo, pues resaltó que los alumnos lograron fusionar sus actividades académicas y los conocimientos que adquirían día a día, para proyectarlos a través de sus cuerpos.
Por otra parte, el día de hoy el grupo finalizará su participación en el congreso con la presentación de “Lo que queda de nosotros”, de Sara Pinet y Alejandro Ricaño, una obra que aborda la pérdida de un ser querido.
El grupo interpretará la historia de Nata, una joven solitaria cuya madre murió cuando tenía nueve años, lo que la dejó severamente marcada; después de que su padre y su perro Toto experimentan la misma suerte, ella decide no volver a relacionarse o encariñarse con otro ser vivo, porque sabe el dolor que vivirá si este se va.
Nata vivirá su duelo y diversas pruebas en las que se cuestionará si hay una fuerza superior que prueba su fe de formas poco ortodoxas.
Despedida
- La estudiante Mónica Candia tuvo su última presentación después de cuatro años de pertenecer al taller.