Después de 16 años, la agrupación poblana Los Tonos Humanos regresó a Tlaxcala para ofrecer dos conciertos de música de capillas novohispanas, que tuvieron como sedes el Museo de Arte de Tlaxcala y el Centro de las Artes.
Conformada por la soprano Elisa Ávalos, el flautista y violinista Omar Ruíz García y el guitarrista Manuel Mejía, Los Tonos Humanos se caracteriza por interpretar piezas que se crearon alrededor de los siglos XVI al XVIII, por lo que su repertorio es una adaptación que ha requerido de investigación, como lo explica Omar Ruiz.
“Nuestras piezas son una interpretación de la música que se tocaba en la Nueva España, por lo que hemos recurridos al trabajo de musicólogos que han publicado sus investigaciones, y también nosotros hemos hecho esta labor a través de la transcripción de partituras antiguas que incluso han requerido de disciplinas como la paleografía”, explicó el músico.
En su visita a Tlaxcala, la agrupación interpretó un programa conformado por villancicos navideños dedicados al Niños Dios y a la Virgen María, que datan del periodo novohispano del siglo XVI, como es el caso de las piezas “No haya más alegría”, “Sancta María”, “A la ru”, entre otras.
“Decidimos interpretar este repertorio ya que en la antigüedad la época navideña se entendía hasta el 6 de enero o hasta el 2 de febrero, Día de la Candelaria”, detalló Omar Ruiz.
Los Tonos Humanos se caracteriza por utilizar réplicas de instrumentos antiguos, como la flauta barroca, el laúd y guitarra renacentista, para recrear sonidos lo más parecidos a la música que va desde la Edad Media hasta el Barroco Español y Novohispano.
Los integrantes de los Tonos Humanos expresaron su agradecimiento al público tlaxcalteca y señalaron tener un especial aprecio por la entidad, ya que fue el sitio donde ofrecieron su primer concierto en los inicios de su trayectoria.
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