El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reporta oficialmente que en México existen 196 zonas arqueológicas, de las cuales cuatro están ubicadas en Tlaxcala: la Zona Arqueológica de Cacaxtla–Xochitécatl, el sitio de Ocotelulco, la zona de Tizatlán y Zultépec-Tecoaque, ubicada en el municipio de Calpulalpan.
Por lo tanto, solo son esos cuatro espacios con los que cuentan con un presupuesto federal para su atención, exploración e investigación.
Aunque información extraoficial refiere que son al menos mil sitios en la entidad que cuentan con vestigios arqueológicos, muchos de ellos descubiertos por pobladores en actividades cotidianas, la mayoría durante labores agrícolas, aunque el desconocimiento de qué hacer cuando se realiza un hallazgo provoca que muchos de ellos se mantengan en el anonimato.
Aunque estos espacios no son reconocidos oficialmente como zonas arqueológicas por el INAH, si se cuenta con un registro ante la institución por ser la encargada de su protección.
Cabe señalar que las autoridades han reconocido que la mayor parte del estado de Tlaxcala cuenta con vestigios arqueológicos, sin embargo, en su mayoría no han sido explorados por los altos costos que estas acciones implican, además de no contar con los recursos para el mantenimiento y con la intención de no exponerse al saqueo de estos bienes.
Es de señalar que algunos municipios han reportado tener sitios arqueológicos como Atltzayanca, Contla y Santa Cruz Tlaxcala, entre otras comunas que cuentan con registro de rastros de culturas antiguas.
LAS VENTAJAS DE RECONOCERSE COMO ZONAS ARQUEOLÓGICAS
Al contar con el reconocimiento del INAH, estos espacios se someten a la conservación, que se hace a través de un conjunto de operaciones interdisciplinarias que tienen por objeto evitar el deterioro del patrimonio cultural tangible, se integra con acciones preventivas, curativas y de restauración.
Además, son protegidas, es decir, se emprenden acciones académicas, técnicas y legales que promueven la investigación, identificación (inventarios, catálogos y registros), conservación, resguardo, recuperación y difusión de los bienes culturales.
Otra ventaja es el mantenimiento que se les brinda, con lo que se permite conservar la consistencia física de los bienes, se evitan agresiones antropogénicas, físicas, químicas y/o biológicas.
Al contar con el registro también se realizan acciones de restauración, para que el patrimonio que ha perdido parte de su significado, se interviene de manera científica y rigurosa para recuperar su autenticidad.
Toda persona que haga el hallazgo de un vestigio está obligada a registrarla
¿CÓMO REGISTRAR VESTIGIOS ARQUEOLÓGICOS?
De acuerdo con la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas toda persona que haga el hallazgo de un vestigio está obligada a registrarla, el trámite es gratuito y estos bines son propiedad de la nación, aunque pueden permanecer en el domicilio que hayan sido localizados, siempre y cuando se cuente con las condiciones adecuadas para su preservación.
Al realizar el registro se establecen las obligaciones y derechos de la persona física o moral que se encargue del resguardo de las piezas, se asigna un número de registro, se constata el número de piezas a proteger y se asigna una colección.
Para realizar este proceso también se complementa con la toma de fotografías para su identificación, se hace una descripción básica de cada pieza, objeto, materia prima, filiación cultural y dimensiones.
VÍA INTERNET
- El registro de zonas arqueológicas se puede solicitar a través de la página de internet www.inah.gob.mx
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