En la parroquia de Santiago Apóstol, en el municipio de Tetla de la Solidaridad, Tlaxcala persiste de forma simbólica un alcanfor de al menos 100 años de vida, pero se cree podría superar los cuatro siglos de existencia, relatos señalan que es uno de los árboles que Hernán Cortes plantó en la comuna.
Esta leyenda cuenta que hace mucho tiempo, viajeros con rumbo a la capital de la República, visitaban el poblado para descansar.
Se alojaban en la posada del pueblo, un lugar regentado por un andaluz de fuerte temperamento, que tenía una hija de nombre Gloria, cuya belleza resultaba todo un tema de conversación.
Evaristo, un hombre temible la miró y después de llevar su pedido, dio las gracias y le dijo que ella moriría. Gloria le contestó con gracia que mejor viviese. Entonces el jinete le propuso visitarla, a lo que ella accedió diciéndole que fuese en la noche y diese tres golpes en su balcón.
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