Las esculturas de Russel Cameron resultan inquietantes por su realismo al representar la textura de la piel humana a través de formas anatómicas extrañas, que tienen como intención generar en el espectador interrogantes sobre la belleza presente en toda forma de vida.
Las piezas del artista estadounidense son el resultado de su formación autodidacta y la influencia estética de artistas como Zdzislaw Beksinski, H. R. Giger, Francisco Goya y Hieronymus Bosch, que tienen como hilo conductor elementos del arte gótico y barroco.
Su serie “Flesh and bone”, que se traduce al español como carne y hueso, fue la obra que en el 2015 le dio un importante despegue a su carrera, por su propuesta escultórica alejada de lo tradicional, al utilizar la arcilla, pintura, madera y metal para recrear de manera sumamente realista la textura de la piel.
“Si bien ve la piel y sus matices como algo bello, Cameron la presenta de formas inquietantes. Sus esculturas contorsionan y desfiguran extremidades humanas, dedos de los pies que podrían haber sido extraídos de los cuerpos en las obras de Zdzislaw Beksinski y H. R. Giger, dos de sus artistas visuales favoritos.
Él comprende cómo la apariencia de la piel puede revelar información sobre la edad, el género y el estado emocional de otro ser.
No sabemos de quién o de dónde provienen estos apéndices desplazados, pero si observamos las profundidades más oscuras de nuestra imaginación, casi podemos ver a la criatura a la que pertenecían”, menciona la revista especializada en arte contemporáneo Hi Fructose, sobre la obra de Russel Cameron.
Actualmente su trabajo es reconocido a nivel mundial gracias al impacto de las redes sociales.
- Sus piezas recrean la textura de la piel humana elaboradas con arcilla, metal y madera.
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