Entre las inmediaciones de San Bartolomé Cuahuixmatlac y el Barrio de Texcacoac, ambas comunidades de Chiautempan, se encuentra una magnífica construcción, cuya principal tarea, años atrás era retener las enormes barrancadas que provenían de la Matlalcuéyetl, a fin de evitar que el centro de la cuidad sarapera se inundara.
“El principal objetivo de esta presa era retener la mayor cantidad posible de agua de las barrancadas y así evitar que éstas ocasionaran desastres en la población durante el tiempo de lluvias”, explicó Sixto Ipatzi, cronista municipal de Chiautempan.
La monumental barda, hecha toda de piedra, mejor conocida por los lugareños como La Presa, inicia en el puente que limita a las poblaciones mencionadas y termina en el paraje de la barranca Briones conocido como Cartolandia.
La enorme y gruesa pared, que en algunos tramos tiene aproximadamente un metro de ancho y hasta cinco metros de altura, y que de manera serpenteante siguen la forma caprichosa del terreno, se inició a construir a mediados del siglo XVIII por los fiscales de la Parroquia de Nuestra Señora de Santa Ana, según datos de Sixto Ipatzi, cronista municipal, quien comentó que “Cada fiscal, durante el año que duraba su cargo, mandaba construir un tramo de la barda, es por ello que la construcción tiene diferentes anchos y estilos; cada fiscal tenía una idea diferente de cómo hacerla”.
Prueba de ello, se encuentran, a cada determinada distancia, inscripciones donde se aprecia el nombre del fiscal y el año en que desempeñó el cargo.
Entre los nombres ahí escritos se encuentra el del cura Pedro Fermín de Estavillo junto con el año de 1782, famoso personaje chiautempense que fue asesinado el tres de enero de 1812 por los insurgentes cuando entraron a la ciudad de Santa Ana, que en aquellos tiempos apoyaba a los conservadores.
A pesar que una parte de esta edificación se encuentra actualmente en propiedad privada y rodeada de casas habitación, todavía se puede apreciar un tramo de ella en el recinto ferial de Chiautempan, y otro más a un costado de la barranca Briones. También, sobre la carretera que va a Cuahuixmatlac, se puede ver, a lo lejos, la magnífica estructura, que se impone sobre el paisaje y que a más de 200 años de su construcción sigue en pie, resguardando a Santa Ana.
La construcción de la presa estuvo a cargo de los fiscales de parroquia de nuestra Señor de Santa Ana.
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