Fernando García, el tlaxcalteca que destacó en el boxeo nacional hace casi tres décadas, recordó sus logros en las arenas México y Coliseo que lo llevaron a salir en televisión y en los principales diarios nacionales.
Intercambiar golpes ante grandes del pugilismo como Marco Antonio Barrera le dejan vivencias, que guarda en su memoria.
Pero también su repentino retiro, provocado por Juan José Torres Landa y Horacio Ramírez Mercado, presidente y médico de la Comisión de box y lucha del Distrito Federal, respectivamente, cuando tenía récord de ocho triunfos y una derrota, le deja un sabor agridulce.
El tlaxcalteca, originario del municipio de Ixtacuixtla, luego de dos años de incursionar en el boxeo amateur en el que brilló en los Guantes de Oro, a sus 18 años de edad debutó en el profesionalismo.
En su juventud se formó como peleador en la capital mexicana con el apoyo de su padre José Gabino García, quien lo acompañaba para crecer en el duro deporte, el que le dejó sus primeras enseñanzas en sus inicios cuando era un novato inexperto.
Con el paso del tiempo, entrenado desde los 16 años de edad por Alberto “Pata” Díaz en los gimnasios Gloria de Tepito y con el entendido de que el boxeo es un arte, el de pegar y que no te peguen, se convirtió en un boxeador estilista, que manejaba eficazmente la mano zurda y que caminaba con inteligencia en los laterales del cuadrilátero.
“El Toro” construyó una carrera que paulatinamente fue a más hasta entrar al profesionalismo y ganar su lugar en carteles transmitidos los sábados por Televisa.
Fernando García rememoró para El Sol de Tlaxcala su historia deportiva, la que lo llevó a conocer y convivir con Julio César Chávez y sus hijos Julio César y Omar cuando eran niños así como también estar cerca de don José Sulaimán Chagnon, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, quien lo invitó en varias ocasiones a su casa en la capital del país.
Comentó que su carrera iba viento en popa, pero intereses extradeportivos le impidieron continuar en el momento en el que tenía firmado un contrato para pelear en Italia, Francia y Los Ángeles, California.
Sostuvo que Ramírez Mercado, quien sabía que dejaría el país y no continuaría en el círculo de quienes manejaban el boxeo a nivel nacional, le inventó un problema de salud, el que fue descartado tras varios estudios médicos en la Ciudad de México y Puebla, pero que al polemizarse por la intervención de la Comisión del Deporte del Congreso de la Unión, presidida por el oaxaqueño Domingo Hernández Fernández, quien le brindó su apoyo, evitó caer en una confrontación vana y decidió retirarse al perder casi un año de actividad.
“El Toro” resintió el revés a su vida deportiva y sin poder continuar optó por apoyar a su papá en un restaurante en la misma capital del país y años después regresar a su natal Ixtacuixtla donde colaboró en un proyecto familiar de un balneario.
García refirió que desde niño gustó por el deporte al practicar varias disciplinas y entre ellas el boxeo, que fue su pasión.
Aseguró que pasar momentos duros y otros grandes lo formaron como un hombre humilde, honesto y solidario, lo que hoy día comparte con sus semejantes en su estado de Tlaxcala y en su municipio, limítrofe con la entidad poblana, muy cerca de San Martín Texmelucan.
Tlaxcala tiene talento en el boxeo, al menos podríamos tener dos a tres campeones mundiales: Fernand García
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