Todo ha sido miel sobre hojuelas en el proceso de Gerardo Martino al frente de la Selección Mexicana. La efectividad del estratega argentino es la mejor de los últimos procesos en el Tricolor con un saldo de 17 triunfos, un empate y sólo una derrota en sus 19 partidos dirigidos, lo que le da un porcentaje muy positivo y nunca antes visto del 91%.
El timonel más cercano a lo hecho por el apodado Tata fue Juan Carlos Osorio, aunque el colombiano sólo logró el 84% con 15 victorias, tres empates y únicamente un descalabro. Muy atrás de ellos se asoma Javier Aguirre. El Vasco comenzó su proceso en 2009 con una efectividad del 78%, mientras que Chepo de la Torre hizo lo propio, pero únicamente alcanzó un 75%. Hugo Sánchez (64%), Miguel Herrera (61%) y Ricardo La Volpe (52%) quedaron más rezagados, con números discretos.
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La positiva historia de Martino, hasta ahora, comenzó el 7 de enero del año pasado cuando fue presentado por Yon de Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, y por Guillermo Cantú como director general. “Yo sé cuál es la inquietud del pueblo mexicano, en cuanto a dónde llegar en la Copa del Mundo. Ahora me involucro en el deseo de disputar el famoso quinto partido”, dijo.
El proyecto de Martino se inauguró oficialmente en San Diego y de inmediato cerró un capítulo nada agradable, cuando venció con autoridad a Chile, con el recuerdo fresco de aquel 7-0 del 2016, sufrido en el proceso anterior.
El Mundial de Qatar 2022 luce lejano, pero Martino tiene un objetivo claro y es el quinto partido. De no conseguirlo, de nada servirá su espectacular porcentaje.
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