Desistir durante una Escalada no siempre es cobardía, a veces es prudencia y otras inteligencia...
Raymundo Arciniega D.
En el marco del Día Internacional de las Montañas celebrado el 11 de diciembre, la Asamblea General Interministerial de la Unesco declaró solemnemente reconocer al Alpinismo como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.
El alpinismo, más allá de una disciplina deportiva con determinadas exigencias físicas, mentales y más allá de una actividad de entretenimiento, es una cultura caracterizada por valores trascendentes, como lo son: el compromiso personal, el sentido de responsabilidad propia y fundamentalmente, impulsora del respeto y conocimiento de las montañas, así como fomentadora de lazos sociales que se sustentan en la solidaridad.
Frits Vrijlandt, presidente de la UIAA declaró: “Elogiamos el trabajo de todos los involucrados en la exitosa moción para que el alpinismo sea agregado a la Lista Representativa de la Unesco del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El alpinismo merece este reconocimiento preeminente por sus características únicas, su profundo significado histórico y cultural, en un mundo donde enfrentamos una serie de desafíos ambientales, el impacto positivo que fomenta en la creación de relaciones sostenibles entre humanos, comunidades y regiones de montaña. Las habilidades compartidas a través del alpinismo y sus cualidades éticas tienen un valor social universal significativo”.
Algunos de los beneficios que obtendrá el alpinismo al ser reconocido como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad serán una clara descripción de lo que el alpinismo esto con la finalidad de delimitar la actividad y lo que se entiende por ella, así como sus valores y compromisos, con el objetivo de promocionar la actividad responsablemente y preservando los sitios donde se practica.
En términos generales, esto es un gran paso para el alpinismo, pues con dicho reconocimiento, además de promover la actividad estará salvaguardada, lo que quiere decir que los límites entre lo que se entiende por alpinismo y lo que no, estarán bien delimitados.
Así la Unesco reconoce la actividad del “alpinismo” como: escalar cumbres y montañas con las propias fortalezas físicas, técnicas e intelectuales; de desafiar las propias capacidades y experiencia, mientras se negocian obstáculos naturales y no artificiales; de evaluar y asumir riesgos medidos; de autogestión, responsabilidad, solidaridad; de respetar a otras personas y sitios naturales.
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