Un nuevo estudio publicado en la revista Nature asegura que gran parte de las emisiones dañinas para la capa de ozono provienen de fábricas que manufacturan material aislante en provincias del este de China.
Lo anterior, a pesar del acuerdo internacional que instruía dejar de fabricar espumas aislantes para casas, las cuales emiten el gas llamado CFC-11.
Recientemente, los científicos detectaron un extraño fenómeno: el ritmo de reducción de ha vuelto más lento en los último años.
¿QUÉ ES EL CFC-11 Y CÓMO AFECTA A LA ATMÓSFERA?
Es también llamado triclorofluorometano y se trata de un tipo de clorofluorocarbono o CFC, una serie de sustancias químicas desarrolladas inicialmente como refrigerantes en la década de 1930.
Cuando los CFC´s se descomponen en la atmósfera, liberan átomos de cloro que rápidamente destruyen la capa de ozono que nos protege de la luz ultravioleta.
Por tal motivo, la comunidad internacional acordó el Protocolo de Montreal en 1987, en el que se prohibió la emisión de los CFC’s más perjudiciales.
Estudios de la Agencia de Investigación de China en 2018 indicaron que el país asiático era la fuente principal de las emisiones de dichos gases.
Constataron que entre el 40 y el 60% del aumento en emisiones de CFC-11 proviene de provincias en el este de China.
El restante podría provenir de India, África o Sudamérica, sin embargo, el monitoreo de las emisiones de los gases en esas regiones es muy escaso, según el estudio.
MEDIDAS
- Autoridades chinas afirmaron que ya comenzaron a tomar medidas para reducir el producción del gas dañino por parte de lo que describen como “fabricante corruptos”.
Te puede interesar: