La selección natural de la que habló Darwin en El origen de las especies no solo implica el proceso evolutivo de los humanos; también expone las bases teóricas para afirmar que los individuos de cualquier especie se transforman a su conveniencia como respuesta al ambiente que los rodea.
No obstante, este desarrollo lleva miles de años y agrupa agentes de diversos tipos. El caso más reciente de esta última afirmación es el de los elefantes africanos, los cuales están naciendo sin colmillos como respuesta a su desventaja frente a la caza furtiva.
El valioso marfil en los colmillos
Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los elefantes se encuentran en peligro de extinción a causa del tráfico ilegal de marfil.
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La identificación de marfil en los colmillos del elefante es de interés especial ya que tiene una gran demanda en todo el mundo para la fabricación de esculturas y joyas talladas, por lo que las poblaciones de elefantes africanos son demandadas para alimentar este mercado. En 2016, WWF estimó que unos 20 mil elefantes estaban siendo asesinados cada año y que la caza furtiva alcanzó su punto máximo en 2011.
De acuerdo con National Geographic, la caza no solo persiste, sino que está empeorando en otras regiones, sobre todo en África Central y Occidental. Por su parte, el hábitat de los elefantes sigue degradándose o desapareciendo debido a la actividad humana.
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Un estudio publicado en 2018 en la revista Science apunta a que la respuesta evolutiva a la brutal matanza a la que estos animales fueron sometidos fue alterar los genes que otorgan el preciado elemento a la especie. Los expertos en elefantes que trabajan en el Parque Nacional de Gorongosa, en Mozambique, empezaron a notar el fenómeno en 1992.
La ciencia detrás del hallazgo
De acuerdo con el estudio, la consecuencia evolutiva de la explotación de la vida silvestre es cada vez más importante a medida que la recolección se vuelve más eficiente.
Se examinaron los impactos de la caza furtiva de marfil durante la Guerra Civil de Mozambique (1977 a 1992) en la evolución de los elefantes africanos de sabana (Loxodonta africana) en el Parque Nacional Gorongosa. La caza furtiva resultó en una fuerte selección que favoreció la falta de colmillos en medio de una rápida disminución de la población.
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Los datos de la encuesta revelaron patrones de herencia de colmillos consistentes con un rasgo letal masculino dominante ligado al cromosoma X. Las exploraciones del genoma completo implican a dos genes candidatos con funciones conocidas en el desarrollo dental de los mamíferos, incluida la formación de esmalte, dentina, cemento y periodonto.
Uno de estos está asociado con un síndrome masculino letal dominante ligado al cromosoma X en humanos que disminuye el crecimiento de los incisivos laterales superiores (homólogo a los colmillos de elefante). Este estudio proporciona evidencia de una selección rápida mediada por la caza furtiva para la pérdida de un rasgo anatómico prominente en una especie clave.
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La selección natural es la base de todo el cambio evolutivo. En este proceso, los organismos mejor adaptados desplazan a los menos adaptados mediante la acumulación lenta de cambios genéticos favorables en la población a lo largo de las generaciones. La Universidad Complutense de Madrid señala que cuando la selección natural funciona sobre un número extremadamente grande de generaciones, puede dar lugar a la formación de la nueva especie.
El futuro de los elefantes
En la actualidad, se estima que quedan solo entre 400 y 500 mil elefantes viviendo en estado salvaje y su futuro no es nada alentador.
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La revista World Watch declara: “Hay un punto en el que todos los estudiosos del problema coinciden: el elefante africano encara un futuro difícil. La crisis del hábitat significa que muchos elefantes morirán prematuramente, de uno u otro modo. Si no mueren a manos de los cazadores con licencia (o de los furtivos), muchos más morirán súbitamente a consecuencia del hambre”.
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