Steve Jobs, uno de los personajes más importantes en el mundo de la tecnología, aplicaba una técnica infalible de relajación para conseguir un cerebro joven, un órgano de suma importancia para el ser humano.
Aquella técnica era la meditación, la cual, de acuerdo a diversos estudios neurocientíficos ayuda frenar el envejecimiento cerebral y del organismo en general.
De acuerdo con el departamento de Neurología de la Universidad de Stanford (EE UU), se ha podido demostrar que la meditación induce tres tipos de cambio sobre la salud mental y física.
El primer cambio se produce en la anatomía cerebral, es decir, meditar permite que determinadas zonas de este órgano se transformen o crezcan, lo que potencia algunas de sus capacidades.
Además, mejoran la función de aprender cosas nuevas y memorizarlas. En concreto se ha constatado que produce un aumento de la materia gris en la zona prefrontal, un área cerebral relacionada con la memoria funcional.
Mayor capacidad de razonar, cambios de conducta (positiva), menos tendencia a la depresión y estrés; así como la mejora de la salud en general, son otros de los beneficios que aporta la meditación.
Los cuales, ni el mismo Jobs sabía con precisión, describe en un artículo el escritor y conferencista Geoffrey James para la revista especializada en negocios INC.
Steve recurría a la meditación para mantenerse relajado y sobrellevar el estrés, y aunque murió a los 56 años por cáncer de páncreas, esta técnica pudo haber provocado que su cerebro “se mantuviera “tan sano, activo y creativo como cuando era mucho más joven”, refirió James.
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