Se acerca la nochevieja y con ello las compras de las uvas para recibir el año nuevo con 12 nuevos propósitos, pero ¿sabes cuál es el origen de este tradicional ritual?
La más conocida se remonta en España, en el año de 1882, cuando la burguesía acostumbraba a beber Champán y comer uvas después de celebrar una suculenta cena de nochevieja.
Por otro parte, quienes no tenían la posibilidad de celebrar con una costosa cena, se dirigían a la conocida Puerta del Sol para comer las uvas al ritmo que marcaban las campanadas, para satirizar a la burguesía.
Sin embargo, la uva ha sido consumida desde tiempos ancestrales como fruta de mesa y en ceremonias religiosas. Se dice que su origen proviene de los griegos que creían en el dios del vino Dionisio, quien estaba representado por la vida y el vino era su sangre.
Para los romanos su equivalente fue Baco y en Egipto, Osiris; mientras que en la Biblia, se asegura que las uvas y el vino ya existían antes del diluvio universal. En fin, este fruto, además de tener un alto valor histórico y tradicional, posee muchos beneficios nutricionales por su contenido en fibra (en forma de celulosa), vitaminas A, C, E, B1, B3, B6 y en minerales como el calcio fósforo, sodio, potasio, hierro, cobre, magnesio, zinc, ácido fólico, glucosa y fructosa.
En México, es Sonora el mayor productor de uva con una aportación nacional del 86 por ciento. Cabe mencionar que en 2019, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, se sembraron 25 mil 823 hectáreas, las cuales produjeron 407 mil 131 toneladas.
¿Sabías que…?
Un mexicano, en promedio, consume al año 2.2 kilogramos de uva
De mayo a julio es su mejor cosecha
13 países compran la uva mexicana, siendo los principales: Estados Unidos y Japón.
- Con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural
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