La Navidad no está completa sin el vibrante color rojo de las nochebuenas y su emblemática forma estrellada que anuncia la temporada más fría del año.
Esta bella planta ornamental es oriunda del sur de México y representa una de las mayores contribuciones de nuestro país a la horticultura mundial, por ello celebramos el 8 de diciembre como el Día Nacional de la Nochebuena con sus variantes rosas, amarillas, blancas y púrpuras, pertenecientes al género vegetal Euphorbia.
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Su nombre proviene del náhuatl cuetlaxóchitl o “flor que se marchita” en español, bajo la premisa de que su clima ideal son las temperaturas más bajas.
Un pasado místico
De acuerdo con la bióloga Yolanda Enríquez, la Nochebuena se cultiva desde la época prehispánica en México y simbolizaba para los mexicas la nueva vida que obtenían los guerreros muertos en batalla.
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En su libro La Flor de Nochebuena, Enríquez señala que la leyenda más distribuida con respecto a su origen, sucede en una batalla en Taxco, en la que los mexicas derrotaron a los chontales. Alrededor de la población crecían hermosas flores blancas; sin embargo, después de la batalla las flores se marchitaron. Los habitantes decidieron cambiarle el nombre a “flores marchitas”. Un año después, cuando los campos tenían que volver a crecer, los plantíos se cubrieron nuevamente de flores, pero ahora de color rojo debido a la sangre derramada.
Por otro lado, los aztecas tenían especial confianza en la planta debido a su uso práctico. En su clasificación medicinal de plantas, recogida por el fraile Bernardino de Sahagún, los curanderos aztecas mencionaron varias de sus propiedades como curar infecciones cutáneas, heridas, hinchazones generadas por picadura de insectos, afecciones respiratorias, anginas o tos.
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Entre otras aplicaciones, era utilizada para fabricar tintura roja y utilizarla como cosmético, pigmento de pieles y algodón, así como para colorear códices y es tal su poder, que a la fecha pueden apreciarse en ellos dicha tonalidad.
Actualmente, las nochebuenas se cultivan en Morelos, Michoacán, Ciudad de México, Puebla, Estado de México, Jalisco, Veracruz, Querétaro, Guanajuato, Chiapas y Guerrero.
Cómo cuidar tu Nochebuena
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Su mejor tiempo es el invierno, pero puedes alargar la vida de tu planta situándola en un lugar con temperaturas de entre 15 y 25 grados, lejos de corrientes de aire y en un lugar muy iluminado.
Riega tu planta un par de veces por semana o asegúrate de mantener la tierra húmeda.
Aunque se adaptan muy bien a las macetas, lo recomendable es que tras el invierno se trasplante al jardín para su total desarrollo.
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Un consejo muy valioso es evitar rociar las hojas, pues se pueden manchar con facilidad. Si quieres conservar el color original en tu Nochebuena, no talles, frotes o limpies con nada sus hojas, déjala tal como está y seguirá así de bonita.
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