Sin piñata no hay posada, reza el dicho. Durante la época navideña, y sobre todo en las posadas, son uno de los artículos que no pueden ya que se han convertido en un ícono de las celebraciones de fin de año.
Años atrás, las piñatas eran elaboradas con ollas de barro llenas de frutas de temporada como jícamas, mandarinas, tejocotes, naranjas y cañas. Su forma era una estrella de siete picos.
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Con el paso del tiempo, algunas de las personas que se dedican a su elaboración han cambiado el material por papel periódico o cartón; las formas son de todo tipo, es más, el personaje de tendencia lo podemos encontrar ahora en forma de piñata.
Ahora no solo se rompen en las posadas, también en cualquier fiesta como cumpleaños, bautizos, fiestas para adultos, en fin, pretextos sobran para romper una piñata. Como es de esperarse, lo que se coloca en el interior también ha cambiado, pues actualmente se llena con dulces, juguetes o lo que se les ocurra a los organizadores del festejo.
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EL ORIGEN
La tradición de romper la piñata es reconocida en todo el mundo como algo muy mexicano, pero en realidad existen dos versiones sobre su origen y una de ellas es china. Esta versión cuenta que Marco Polo, durante los viajes a la antigua China, observó cómo los pobladores de este enigmático país rompían la figura de un buey relleno de semillas para celebrar el Año Nuevo chino. Esta tradición le gustó y la llevó a Italia, donde fue adoptada para festejar la Cuaresma.
Años después llegó a la Madre Patria y en 1,586, con la autorización que el Papa Sixto V les dio a los frailes agustinos de Acolman de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, para celebrar las "Misas de Aguinaldo" o posadas previas a la Nochebuena, las piñatas llegaron a la Nueva España y los religiosos las vieron como una excelente herramienta para evangelizar a los pueblos indígenas, por los adornos coloridos que tiene.
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La otra versión apunta a que en las antiguas civilizaciones prehispánicas, como la maya y mexica, tenían la costumbre de romper una olla de barro llena de cacao con los ojos vendados, como parte de rituales religiosos y simbolizan abundancia y agradecimiento a los dioses.
EL SIGNIFICADO
Como ya lo mencionamos, durante la conquista la piñata fue utilizada por los frailes españoles para inculcar la religión católica a los indígenas; por ello, adquirió un sentido religioso y por lo tanto cada elemento adquirió un nuevo significado, ¿los conoces?
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Los siete picos
La forma original de la piñata es de una estrella con siete picos; cada uno de ellos simboliza los siete pecados capitales: pereza, envidia, gula, ira, lujuria, avaricia, soberbia. Al romper la piñata, son eliminados de nuestra vida.
El palo
El palo que utilizamos para pegarle a la piñata y poder romperla representa la fuerza con la que vencemos al mal y destruimos la falsedad y el engaño.
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Ojos vendados
La venda o pañuelo que nos colocan sobre los ojos significa la fe ciega que tenemos en Dios.
Los colores
Los brillantes colores que tiene la piñata representan las vanidades y las tentaciones del diablo.
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El interior
Los frutos y dulces con los que rellenamos la piñata significan la recompensa que recibimos por vencer los pecados.
Dato curioso:
Durante 1788 a 1796, las piñatas fueron prohibidas por el clero, la razón, los cantos utilizados en el momento de romper la piñata fueron adquiriendo toques pícaros con el paso del tiempo. Al hacer caso omiso la feligresía ante esta restricción, la Iglesia católica no tuvo de otra más que levantar ese veto.
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