En el extremo norte del bulevar Guillermo Valle, en el municipio de Tlaxcala, se encuentra una fuente de piedra tallada en forma de embarcación rodeada por chorros de agua. Creada entre los años 1963 y 1968, esta obra de arte pública hace referencia a los bergantines fabricados en la localidad de San Buenaventura Atempan que sirvieron como medio de transporte y ataque durante el proceso de la conquista española en nuestro país.
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LA HISTORIA
Cuando Hernán Cortés planeó conquistar la gran Tenochtitlán estableció alianzas con los señoríos tlaxcaltecas, mismos que le ayudaron a sitiar la capital tenochca a partir del 10 de mayo de 1521, así lo explica Israel Bueno Bravo, académico del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.
Los cronistas han recogido en sus páginas cómo Cortés sabía que, para el asalto final de Tenochtitlan, debía eliminar la flota enemiga y que era en el lago donde se desarrollarían las acciones definitivas que le alzaría con la victoria, escribió Bueno Bravo en su texto La Guerra Naval en el Valle de México.
Cortés llegó al lago de Texcoco con mil canoas aliadas y doce bergantines labrados en Atempan, mismos que sus aliados indígenas transportaron y armaron cerca del cuerpo de agua. Por lo anterior, Tlaxcala está considerado como el primer astillero del país, es decir, el primer lugar donde se construyeron bergantines en México.
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Un bergantín es un tipo de barco ligero de dos palos y una vela. Estas embarcaciones fueron construidas con la madera de árboles de la Malinche y del bosque de Tlaxco, según dictan las crónicas.
La lucha fue titánica y nos da idea del nivel de desarrollo de la flota mesoamericana. Por ambos bandos se improvisaron tácticas y trampas con los que sorprenderse mutuamente. Con este pasaje histórico, Tlaxcala reafirma su protagonismo en la historia de la Nueva España, cuna de la nación y el mestizaje.
LA FUENTE
De acuerdo con la placa que acompaña a la Fuente de los Bergantines, se trata de un homenaje a los fundadores de la ciudad de Tlaxcala y fue construida por el escultor Cutberto Escalante durante el gobierno de Anselmo Cervantes entre los años de 1963 y 1968.
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La obra cuenta con diez bergantines tallados en la base de la fuente y uno más en la cima de ésta. A pesar de que no siempre está en función, la fuente es un bello escenario rodeado por pequeños arbustos y palmas que la convierten en un sitio muy atractivo. Además, es el cierre de la ciclovía que recorre la capital, por lo que también se puede llegar rodando hasta ella.
Ahora que ya sabes la historia de la Fuente de los Bergantines, comparte el dato y, si tienes oportunidad, ve a tomarte la foto al pie de esta histórica fuente, la cual se encuentra en la zona conocida popularmente como “la garita”.