Cuando pensamos en Nochebuena y Navidad, inmediatamente, la relacionamos con posadas, piñatas, comida y esa flor de tonalidad rojo que da color a nuestros hogares.
Sí, hablamos de la flor de nochebuena, una herencia prehispánica y actualmente símbolo de Navidad en todo el mundo. Su nombre proviene del náhuatl Cuetlaxóchitl, que significa “flor que se marchita” o “flor de cuero”.
Sin embargo, su nombre fue modificado por los españoles, durante la época colonial, a cuya flor la nombraron “Nochebuena”, porque florece en diciembre.
Desde entonces, en México se producen más de 30 variedades de esta flor, entre las que destacan los colores: rojo, amarillo, rosa, blanco, rayado y marmoleado.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la mayor parte de la producción y consumo de la flor es roja. En la Ciudad de México, este año, se sembraron tres millones 654 mil 653 plantas.
PARA SABER MÁS
-Su cultivo comienza en mayo.
-El cultivo tarda en promedio ocho meses en desarrollarse.
*Con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural
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