Seguramente has escuchado hablar de los búlgaros, pequeñas bacterias positivas que pertenecen al género Gram y que su apariencia no tan atractiva, asemeja la de una pequeña coliflor, a la cual no le damos importancia al saber todos los beneficios que aporta su consumo a nuestro organismo.
Los búlgaros, tienen la capacidad de convertir la lactosa y otros azúcares en ácido láctico, de ahí su olor ligeramente ácido.
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Nuestro sistema digestivo es el que mayor beneficios tiene cuando ingerimos el kéfir, que es la leche que estos pequeños organismos fermentan, ya que ayuda a combatir o calmar gastritis, colitis, diarrea y estreñimiento, en poco tiempo. También se recomienda consumirlo después de un tratamiento con antibióticos fuertes, ya que generalmente el tracto digestivo se irrita con este tipo de medicamentos.
El fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico es otra razón más para incluirlos en nuestra alimentación, pues contienen una gran cantidad de probióticos. A lo anterior hay que agregar que son excelentes antiinflamatorios, y como son fáciles de digerir, pueden ser consumidos por personas intolerantes a la lactosa.
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SU PREPARACIÓN
Prepararlos, es sumamente sencillo pero no hay que dejar de cuidarlos, pues de no ser así, pueden morir.
Sigue estos pasos para que tus búlgaros siempre estén en perfecto estado y puedas disfrutar de su delicioso kéfir.
- En un recipiente de vidrio o plástico, coloca tus búlgaros
- Cúbrelos con leche entera ¡Ojo! Es importante que sea este tipo de leche, sino pueden morir
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- Tapa el recipiente con una tela delgada como manta de cielo o una malla, esto es con la finalidad de que los gases derivados de la fermentación puedan salir.
*Es muy importante que tus búlgaros no estén en contacto con metal
Coloca el recipiente en un lugar fresco, y de preferencia aléjalo de la luz. Deja reposar por 24 horas para que se logre el fermento. Podrás dejarlos como máximo 36 horas con la misma leche.
Pasado este tiempo, cuela los búlgaros sobre otro recipiente para obtener el kéfir. En caso de que te sobre, refrigéralo
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Después de colarlos, lávalos con agua potable o pura, y escúrrelos por 10 minutos, deposítalos en un recipiente de plástico o vidrio, limpio, y cúbrelos nuevamente de leche para que inicien otro proceso de fermentación.
El kéfir lo puedes consumir acompañado de fruta, granola o semillas y endulzarlo con un poco de azúcar.
¡Provecho!
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