Una joven pareja ecuatoriana comenzó a diseñar y distribuir postres con insectos o elaborados a base de ellos, que además de ser muy novedosos para los consumidores, son una fuente rica en nutrientes.
De acuerdo con RT, la idea de hacer pasteles, gelatinas y chocolates con insectos, inició como un proyecto universitario cuando Jonathan Lema estudiaba Turismo en la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE, por su anterior nombre de Escuela Politécnica del Ejército).
“Por mi parte, sé cómo transformar esa proteína en algún postre delicioso”, confiesa el joven emprendedor, “empanadas con relleno de grillos y fresas cubiertas de grillos bañados en chocolate”.
Jonathan también apuesta a que con estas preparaciones genera empleo para criaderos de insectos y, al mismo tiempo, se logren disminuir los índices de desnutrición de los niños de su comunidad: “Lastimosamente, en Latacunga el índice de niños con problemas de nutrición es sumamente alto y ahí es donde decidimos hacer postres para entregar a los niños y que ellos eleven sus defensas”.
La idea es que los menores los identifiquen como golosinas y hasta el momento su plan de negocio les ha funcionado, pues tienen pedidos en varias ciudades alrededor de Quito y Latacunga.
BJ Power, el nombre de la pequeña empresa, utiliza como materia primera grillos, los cuales tienen un alto contenido proteico y no los buscan en la vida silvestre, sino que los adquieren en un criadero en Quito. También utilizan los “tenebrios” que son larvas de escarabajo que aportan grasas y minerales y se reproducen muy rápido.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (ONUAA, también conocida como FAO, por sus siglas en inglés) ha reconocido que los insectos podrían ser una comida alternativa para el futuro, es decir, podrían suplantar la carne tradicional: “en 2030 tendremos que alimentar a más de 9.000 millones de personas, además de a los miles de millones de animales que se crían anualmente con fines alimentarios o recreativos y como mascotas”.
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