¿Qué tan nocivo puede ser un refresco para la salud… te lo has preguntado? Bueno, pues a continuación sabrás la respuesta, no sin antes saber algunos otros detalles como su elaboración.
El primer paso es el abastecimiento y sometimiento de cientos de litros de agua a diversos tratamientos; luego se le añade jarabe según el tipo de refresco, colorantes, aromas naturales y artificiales; glucosa o fructuosa, endulcolorates, cafeína, etc.
El tercer paso es añadir anhídrico carbónico en un tanque presurizado llamado carbonatador, que proporciona las burbujas y que también funciona como conservador.
Listo el proceso anterior, la bebida se dispensa automáticamente desde un depósito a los envases limpios y libres de aire; se cierran herméticamente y se atemperan para evitar condensaciones por la temperatura del envasado.
Finalmente, el producto se etiqueta de acuerdo a las regulaciones de cada país; se almacenan, transportan y se distribuyen.
Ahora bien, ¿qué es lo que lo hace tan dañino?
De acuerdo con la revista de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) consumir a menudo esta bebida gasificada provoca problemas renales, pues el ácido fosfórico y el benzoato de sodio presentes en los refrescos pueden llegar a originar cálculos y problemas renales.
Mientras que sus altos niveles de azúcar, relacionados estrechamente con la obesidad, causan un aumento brusco en el nivel de glucosa en la sangre, provocando que, quienes los ingieren, no se sientan satisfechos, creando un círculo vicioso, que conduce al incremento de riesgo de diabetes tipo 2.
Además, otras sustancias como el gas, ácidos y aditivos agregados en los refrescos, provocan otros daños como la erosión del esmalte dental; debilidad de huesos y problemas digestivos.
Y ¿los light?
Los refrescos sin azúcar o light tampoco son una buena opción, pues sus edulcorantes como la sucralosa, el aspartame y la sacarina, muy utilizados en este tipo de bebidas, podrían alterar el equilibrio y la diversidad de la microbiota intestinal, provocando intolerancias a la glucosa y enfermedades metabólicas.
PARA SABER MÁS...
¿Sabías que…? Después del agua, el azúcar es el segundo ingrediente con mayor presencia en los refrescos.
Un solo refresco de 600 ml podría contener hasta 15 terrones de azúcar, es decir, más de 25 gramos de sacarosa, sin aportar ningún nutriente.
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