Lo que sucede actualmente en Italia es el resultado del desinterés de la gente ante la emergencia sanitaria que se vive en gran parte del mundo, dice Andrés Caballero, radicado actualmente en Milán.
En entrevista para El Sol de Tlaxcala, Caballero mencionó que al inicio (cuando surgió la epidemia) no se entendía lo que estaba sucediendo, la gente aquí no creyó que el virus surgido en Wuhan (China) rebasara las fronteras para convertirse en un problema de salud grave.
Actualmente, Italia es uno de los países más afectados por el covid-19, con más de 31 mil 500 casos de contagios confirmados y 2 mil 500 muertos.
Estas cifras alarmantes, asegura Caballero, se pudieron haber evitado si “la gente hubiese aplicado, desde un principio, las medidas básicas de higiene”.
Y es que suspender clases así como cerrar temporalmente los centros de recreación, tampoco fue suficiente para detener la propagación del virus, pues la gente continuaba con su vida normal, pese a las recomendaciones de quedarse en casa, puntualizó Andrés.
RECOMENDACIONES
Ante esta situación, el modista tlaxcalteca recomendó seguir al pie de la letra las medidas de sanidad como lavarse las manos frecuentemente, no asistir a lugares con mucha gente, no saludar de mano ni beso, etcétera.
En ese sentido, instó a los jóvenes, principalmente, tomar con seriedad el tema, informarse de fuentes confiables y sobre todo, cuidar a su familia, a los más vulnerables como la gente mayor y niños, ya que ellos son los más propensos a contraer el virus.
CUARENTENA, OPORTUNIDAD PARA REFLEXIONAR
No entrar en pánico y ver con positivismo la situación es lo que aconseja Andrés Caballero ante la tragedia, y es que de acuerdo a su experiencia, la cuarentena le ha servido para reencontrarse consigo mismo y valorar las pequeñas cosas que se pierden en la cotidianeidad.
En estos casos es cuando valoras a los tuyos, una charla, un gesto de cariño y una salida al café, dijo al tiempo que lamentó lo que sucede con los fallecidos en Italia.
Pues mientras los miles de cuerpos se apilan, los familiares no pueden asistir a los entierros ni a las cremaciones. Y los pacientes, la mayoría ancianos, mueren en soledad.
Es lamentable que las personas fallecidas no tengan un sepelio digno y sus familiares no puedan darles el último adiós, finalizó.
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