La alimentación es uno de los temas urgentes por atender a nivel internacional. De hecho, la agenda 2030 de la ONU lo considera prioridad. En tal sentido, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró 2023 el Año Internacional del Mijo con el objetivo de maximizar su aprovechamiento y favorecer la nutrición humana global.
Desconocido en México, pero útil en todo el mundo
El mijo es el fruto de la planta conocida como Panicum Miliaceum, uno de los vegetales que derivan del grupo de los cereales. Este fruto se considera un superalimento debido a su alto contenido nutricional para humanos y animales comparado con cereales como trigo, arroz o maíz. Sin embargo, su popularidad es tan baja que es prácticamente imposible encontrarlo en cualquier mercado mexicano; ahora, la meta es acrecentar su alcance durante los próximos doce meses.
La diversidad genética del mijo ofrece oportunidades para el desarrollo económico a través de la generación de ingresos en diversas actividades en el sector alimentario o en nichos de mercado para aplicaciones profesionales específicas (terapéutica, productos farmacéuticos o de química especializada). Además, se trata de una de las primeras plantas domesticadas, pues crece en suelos pobres con pocos insumos, es resistente a muchas enfermedades y puede sobrevivir a condiciones climáticas adversas.
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Beneficios a la salud
El consumo de mijo tiene muchos beneficios como la disminución del riesgo de diabetes, enfermedades cardiacas y trastornos de la digestión. Además, favorece la salud respiratoria y los sistemas muscular y neural, de acuerdo con Ciencia UNAM.
El mijo tiene una alta cantidad de grasas. Mientras que la mayoría de los cereales tienen un porcentaje de alrededor de 2%, el mijo posee hasta 6%, además de que contiene dos de los ácidos grasos esenciales: oleico y linoleico.
Por otro lado, el alimento posee altos contenidos de fibra, la cual es útil para la absorción de grasa, fomenta la buena digestión y disminuye la posibilidad de padecer cáncer de colon y enfermedades gastrointestinales.
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Finalmente, sus compuestos fenólicos (que se encuentran en la cascarilla de la semilla) tienen una función antioxidante y de defensa al organismo ante situaciones como el estrés, el consumo inadecuado de alimentos.
El mijo es el futuro
A través de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), se determinaron acciones para demostrar la utilidad de este bondadoso cereal:
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Los gobiernos van a priorizar la producción y el comercio de mijo como una forma de combatir el hambre, construir resiliencia al cambio climático, aumentar la biodiversidad y promover una dieta diversa y tomar medidas legislativas para promover su cultivo. También, debería incluir el mijo en el menú de lugares públicos como escuelas y hospitales.
El sector privado va a invertir en la producción sostenible de mijo facilitando el acceso al crédito u otros apoyo financiero, capacitación específica, equipo agrícola y nuevas tecnologías que mejoran su manejo y calidad. La industria alimentaria y los chefs deberían utilizar el mijo en sus recetas y menús y abogar por su consumo, mientras se educa al público sobre formas nuevas y atractivas de prepararlos de acuerdo con las pautas dietéticas basadas en alimentos.
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Los agricultores, en particular los pequeños agricultores y los agricultores familiares, van a aprender sobre los beneficios del mijo: sus metodologías actualizadas de cultivo, cosecha y poscosecha para garantizar la máxima calidad.
Así que no te sorprenda comenzar a ver este cereal por todas partes, ya conoces su importancia para este año y el resto de tu vida ¡anímate a probarlo! Lo puedes consumir con leche, como si fuera avena; en ensaladas y pastas; en guisos y en preparaciones como las croquetas o hamburguesas.
Por ahora, el kilogramo de mijo ronda los 50 pesos en tiendas mexicanas, pero se espera una reducción de precio conforme se acreciente su producción.
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