Las noches, cada vez más cálidas, no permiten que el cuerpo humano se “enfríe”.
Cuando el Sol se oculta y la temperatura sigue siendo cálida damos gracias a Dios y le rogamos por más noches así, pero en realidad no sabemos lo que estamos haciendo; si supiéramos todo lo que esto implica, seguro nunca más pediríamos noches así.
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El que las noches sean cada vez más cálidas se debe a que conforme pasa el tiempo, hay menos nubes que enfríen la superficie del planeta.
A este fenómeno se le llama calentamiento asimétrico y provoca noches más secas y sofocantes. Esta anomalía no es nueva y es una más de las consecuencias del calentamiento global.
Desde 1985, las noches son cada vez más cálidas, según los registros históricos. Su origen se encuentra en la quema de combustibles fósiles.
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NOCHES MÁS CALUROSAS
En un estudio reciente realizado por la Universidad de Exeter (Universidad de Exeter) se analizaron los registros de temperatura entre los años 1983 y 2017, la media reflejó que año con año, el ambiente está 25° C más cálido en más de la mitad de la superficie de todo el mundo.
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DAÑOS A LA SALUD
Las afectaciones a la salud de los seres humanos se ven reflejadas en las tasas de mortalidad que cada vez son más altas durante las olas de calor.
Ante esto, la profesora de epidemiología ambiental en la Universidad Estatal de San Francisco, Lara Cushing, refiere que la combinación de altas temperaturas durante el día y altas temperaturas durante la noche puede ser realmente letal porque el cuerpo no tiene la oportunidad de enfriarse durante las horas de la noche
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