La Ciudad de México tiene el Congreso local más costoso del país y también está entre los estados que más recursos recortó a su órgano fiscalizador, de acuerdo con un reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El Informe Legislativo 2021 señala que la capital destinó mil 744 millones de pesos este año a su Congreso, el cual consta de 66 diputados. Es decir, la Ciudad de México gastará este año 26.4 millones de pesos por cada legislador.
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Este monto es más del doble del promedio nacional que se ubica en 12 millones de pesos, de acuerdo con el informe.
“Un congresista del Estado de México cuesta la mitad de eso, y uno de Campeche un cuarto del costo de un diputado del congreso capitalino”, añade el documento que se presenta este jueves.
Además, el Congreso capitalino recortó en 22.8 por ciento el presupuesto para la Auditoría, el mayor ajuste para un órgano fiscalizador sólo detrás de Durango, que tuvo una baja de 40.5 por ciento.
Manuel Guadarrama, coordinador de Gobierno y Finanzas del IMCO, dijo en entrevista con El Sol de México que en la investigación no se encontró justificación alguna para que el Congreso capitalino sea más caro que el de otras entidades.
Apuntó que el segundo cuerpo legislativo más costoso es el del Estado de México, con 985 millones de pesos, siendo que tienen mayor población que la capital.
“En términos generales no existe una justificación por las funciones. Si se revisan las Constituciones locales y las leyes orgánicas de los congresos se puede ver que las funciones de los legisladores son las mismas en todos las entidades”. El especialista apuntó que con base en información de años anteriores, el trabajo legislativo es similar entre el Congreso de la Ciudad de México y los de otros “pequeños”, como Puebla, Tamaulipas o Colima.
Si bien el Congreso capitalino ha disminuido su gasto, de dos mil 100 millones a mil 740 millones de pesos, el especialista sostuvo que sigue siendo muy costoso.
La única diferencia entre los gastos de los distintos órganos legislativos estatales tiene que ver con cómo funcionan al interior, es decir, en el Congreso de la Ciudad de México existe un aparato administrativo más grande que en el de otros estados.
“Un costo ideal no se tendría, pero sí hemos visto en términos de trabajo legislativo que un congreso como el de Puebla o Colima, que representan menor costo por diputado, siguen siendo completamente funcionales”, señaló Guadarrama.
El documento destaca que el presupuesto de los 32 poderes legislativos locales para este año asciende a 18 mil 562 millones de pesos, de los cuales 75 por ciento se destinará a los Congresos y apenas una cuarta parte a las auditorías estatales, por lo que siguen vulnerables.
Guadarrama subrayó que en este caso también hay una enorme asimetría presupuestal. El Congreso de San Luis Potosí destina la mitad de su gasto a su auditoría, en Durango no llega a 20 por ciento y en Morelos destinan menos de un peso por cada 10 que gastan. En la Ciudad de México, el gasto a la Auditoría local es de 19 por ciento, por debajo de la propuesta del IMCO que es de una quinta parte.
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