A poco más de un año de haber comenzado su estudio sobre las salamandras que habitan en la Malinche, Aníbal Díaz de la Vega Pérez, investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología en el Centro Tlaxcala Biología de la Conducta de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) y experto en reptiles y anfibios, encontró que en la montaña existen cuatro variedades de salamandras, de las cuales una de ellas (pseudoeurycea gadovii) solo existe en lugares como el Cofre de Perote, Pico de Orizaba y en el Parque Nacional, por lo que se le podría llamar endémica.
EL ESTUDIO
- -Sirve para entender cómo les afectará el cambio climático global a estos animales, su conducta, el hábitat, requerimientos técnicos, hídricos, cómo les puede ir ante los diferentes escenarios y cómo minimizar o amortiguar esta problemática.
- -Nos ayuda a entender lo que requieren los anfibios para vivir a largo y corto plazo.
Señaló que de acuerdo con su investigación, el bosque en el que se desarrollan estos anfibios es principalmente el de los llamados abies o de oyamel, por lo que su conservación es de suma importancia.
Mencionó que su trabajo es financiado por la fundación “Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund”, la cual se especializa en la investigación de especies que están en peligro de extinción, pero que se pueden preservar y que aparecen en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en donde lamentablemente las salamandras aparecen, de ahí la importancia de su investigación.
Además, detalló que el estudio tiene cuatro prioridades como son: encontrar la biodiversidad de salamandras que habitan en la Malinche, descubrir su microhábitat, caracterizar las salamandras y detectar si poseen un hongo llamado quitridiomicosis batracocritidium BD, el cual ha causado desde hace 20 o 30 treinta años una baja considerable a nivel internacional en la comunidad de estos reptiles.
Otra de las intenciones es caracterizar la microbiota de la piel de estos anfibios pletodóntidos, ya que respiran por la piel debido a que no tienen pulmones, entonces es de suma importancia reconocer las bacterias asociadas y qué las mantiene sanas.
Explicó que su tiempo de crecimiento es difícil de determinar, toda vez que existen condiciones ambientales que influyen, como la temperatura, “por eso son considerados bioindicadores, ya que si el ambiente está perturbado no habrá de estos animales, pero si hay buenas condiciones de bosque se podrán encontrar en cantidades considerables”.
Sin embargo, dijo que no podría determinar de manera acertada cuántas salamandras existen en la Malinche, pero lo que sí se puede sostener es que la especie pseudoeurycea leprosa es una de las más abundantes, pero de la pseudoeurycea gadovii solo han encontrado dos ejemplares en un año.
Informó que el primer inventario de herpetufauna de la Malinche fue en el año de 1979, donde se registró el primer avistamiento del anfibio.
Finalmente, recomendó a la población evitar manipular a estos anfibios ya que son muy delicados, pero en caso de encontrar alguna, “podrían tomar una fotografía y subirla a una plataforma de internet llamada naturalista, ya que así la sociedad se ve más obligada a hacerlo, puesto que así los expertos pueden ver e identificar a través de la foto el tipo de animal.
Otra de las recomendaciones son quitar los mitos asociados a las salamandras, pues no hacen daño, no son venenosas y sí nos ayudan a preservar el ecosistema; además, no quitar o llevarse los árboles caídos, ya que no se permite que se pudran y reducen el micro hábitat de estos anfibios.
PARA ENTENDERLAS MEJOR
-Es un anfibio pletodóntido o no pulmonado ya que respiran por la piel.
-Al poner un huevo sale una salamandra pequeña, y no necesitan de cuerpos de agua para reproducirse.
-Se alimentan de insectos, babosas, gusanos, y ellas pueden servir de alimento de otros animales como aves y mamíferos.
ESPECIES EN LA MALINCHE
Pseudoeurycea leprosa, pseudoeurycea gadovi, chiropterotriton sp y aquiloeurycea cephalica
LEVANTAMIENTO DE PRUEBAS
Con guantes se toma a la salamandra, se frota con un hisopo para tomar muestra de su piel y determinar con pruebas moleculares si existe el hongo y determinar la microbiota, posteriormente se toma lectura de humedad y temperatura del lugar donde fue encontrada y, finalmente se pesa y es regresada al lugar donde se encontró.