Tras la pandemia del nuevo Coronavirus, este fin de semana las puertas de la Barca de la Fe, ubicada en la localidad de José María Morelos Buenavista, municipio de Tlaxco, fueron abiertas al público tras 60 días.
El sábado fue visitada por personas de distintos lugares, quienes ascendieron hasta el último nivel donde se encuentra el timón, no obstante, varios lo hiceron sin cubrebocas ni guardando la sana distancia.
Con esta decisión que tomaron autoridades eclesiásticas y de la comunidad de Buenavista, comenzó a reactivarse la economía que consiste en la venta de alimentos, bebidas y artesanías.
Eso si, aclararon que las misas están prohibidas hasta nuevo aviso, y los que gusten podrán ingresar a la parroquia pero siempre guardando la sana distancia.
Félix González Ronquillo, propietario de un restaurante, agradeció a las autoridades por abrir el templo católico, pues “ya estábamos desesperados y sin dinero”.
Dijo que durante el confinamiento hubo ganaderos que redujeron el kilogramo de carne de borrego en pie de 50 a 35 pesos, porque no había turismo.
Expuso que las medidas tomadas por el gobierno de la República, por la contingencia epidemiológoca, dejó pobreza en la comunidad, que se dedica al comercio y al campo. “Aquí no tenemos un solo caso registrado de ese virus y todos andan trabajando en sus parcelas, aunque seguimos con sequía, no nos llueve”.
Asimismo, afirmó que tampoco se pudo hacer la misa del cuarto aniversario, en honor a Arnulfo Mejía Rojas, creador de la Barca de la Fe, quien falleció el 16 de abril de 2016.
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