/ viernes 12 de junio de 2020

Adaptarse o cerrar, dilema de don Félix

En Contla, la necesidad obligó al fabricante de ropa deportiva a elaborar cubrebocas

Con la propagación del nuevo coronavirus y el brote de la enfermedad Covid-19, algunas pequeñas empresas de Tlaxcala tuvieron que cerrar o buscar alternativas para reactivar su economía.

Es el caso del taller de costura de don Félix Conde, ubicado en el municipio de Contla, quien desde hace 35 años ha elaborado prendas de vestir y, hasta inicios de este 2020, producía ropa deportiva para particulares y escuelas, principalmente.

Sin embargo, con la pandemia las cosas cambiaron. La producción de su pequeña empresa se detuvo debido al confinamiento que las autoridades de salud recomendaron para prevenir contagios del virus.

Luego de treinta días sin trabajar, la situación económica ya era insostenible, pues debía pagar impuestos y los sueldos de sus trabajadores que permanecían en cuarentena.

Ante esta situación, don Félix encontró una forma de volver a sus actividades y además hacerlo útil para enfrentar la crisis sanitaria. La creciente demanda de artículos de protección contra el SARS-CoV2 (el nuevo coronavirus) le llevó a dejar a un lado la ropa deportiva para enfocarse en la elaboración de cubrebocas.

SUS INICIOS

“No pensaba hacer nada de esto, pero por las circunstancias y la necesidad, la gente comenzó a preguntar si no hacíamos cubrebocas y fue así como decidimos hacer pruebas”, comenta.

Aprovecharon sus conocimientos y las herramientas para elaborar prendas de vestir a fin de diseñar moldes estándar de cubrebocas, se asesoraron sobre el material ideal para dar seguridad a quien lo portara y pusieron manos a la obra.

Con el mismo tipo de tela para playeras deportivas y material SMS de 40 gramos de uso médico comenzó la producción de las primeras piezas.

Pero no pararon ahí, con el método de sublimado estamparon en la tela diversas imágenes que resultaron ser atractivas para la gente.

Poco a poco, su producto se ha dado a conocer y fue así como decidieron entrar de lleno a la venta de cubrebocas, con lo que han podido no solo reactivar su economía, sino generar un objeto útil y de alta demanda para contener el virus.

Actualmente, el taller de don Félix da empleo a quince personas de manera directa y otras quince de manera indirecta, con una capacidad para elaborar hasta 20 mil piezas por semana.

Estampan en la tela diversas imágenes/CÉSAR RODRÍGUEZ


20 mil piezas por semana pueden elaborarse en el taller de don Félix.

Foto: César Rodríguez



Foto: César Rodríguez

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Con la propagación del nuevo coronavirus y el brote de la enfermedad Covid-19, algunas pequeñas empresas de Tlaxcala tuvieron que cerrar o buscar alternativas para reactivar su economía.

Es el caso del taller de costura de don Félix Conde, ubicado en el municipio de Contla, quien desde hace 35 años ha elaborado prendas de vestir y, hasta inicios de este 2020, producía ropa deportiva para particulares y escuelas, principalmente.

Sin embargo, con la pandemia las cosas cambiaron. La producción de su pequeña empresa se detuvo debido al confinamiento que las autoridades de salud recomendaron para prevenir contagios del virus.

Luego de treinta días sin trabajar, la situación económica ya era insostenible, pues debía pagar impuestos y los sueldos de sus trabajadores que permanecían en cuarentena.

Ante esta situación, don Félix encontró una forma de volver a sus actividades y además hacerlo útil para enfrentar la crisis sanitaria. La creciente demanda de artículos de protección contra el SARS-CoV2 (el nuevo coronavirus) le llevó a dejar a un lado la ropa deportiva para enfocarse en la elaboración de cubrebocas.

SUS INICIOS

“No pensaba hacer nada de esto, pero por las circunstancias y la necesidad, la gente comenzó a preguntar si no hacíamos cubrebocas y fue así como decidimos hacer pruebas”, comenta.

Aprovecharon sus conocimientos y las herramientas para elaborar prendas de vestir a fin de diseñar moldes estándar de cubrebocas, se asesoraron sobre el material ideal para dar seguridad a quien lo portara y pusieron manos a la obra.

Con el mismo tipo de tela para playeras deportivas y material SMS de 40 gramos de uso médico comenzó la producción de las primeras piezas.

Pero no pararon ahí, con el método de sublimado estamparon en la tela diversas imágenes que resultaron ser atractivas para la gente.

Poco a poco, su producto se ha dado a conocer y fue así como decidieron entrar de lleno a la venta de cubrebocas, con lo que han podido no solo reactivar su economía, sino generar un objeto útil y de alta demanda para contener el virus.

Actualmente, el taller de don Félix da empleo a quince personas de manera directa y otras quince de manera indirecta, con una capacidad para elaborar hasta 20 mil piezas por semana.

Estampan en la tela diversas imágenes/CÉSAR RODRÍGUEZ


20 mil piezas por semana pueden elaborarse en el taller de don Félix.

Foto: César Rodríguez



Foto: César Rodríguez

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