Al transcurrir un año de clases a distancia, los docentes tlaxcaltecas afirmaron que unen esfuerzos para que sus alumnos mantengan el aprendizaje de los contenidos del ciclo escolar y eviten el abandono.
Mencionaron a este Diario que, a lo largo del periodo de actividades no presenciales, hay logros, pero también preocupaciones porque la pandemia y la economía familiar desequilibraron a los alumnos.
Aceptaron que habrá rezago educativo entre sus alumnos, pero concordaron en que unirán fuerzas con el propósito de encaminar a los menores en sus estudios.
“La pandemia nos permitió dar un brinco del estilo clásico de enseñanza, nos permtie utilizar recursos digitales y medios interactivos para que los alumnos sean autodidactas”, dijo Asselin Iraynai Cisneros Apango, docente originaria de Zacatelco.
“Cada uno de mis alumnos aprende a su propio ritmo, cuando realizo retroalimentación me doy cuenta con las participaciones que aprenden conceptos importantes del proyecto que se aborda”, comentó Blanca Botello Lara.
“Lo positivo ante la pandemia fue la convivencia con la familia y valorar el trabajo. Lo negativo las pérdidas humanas y el desempleo”, externó Fredy Adrían Bañuelos Sánchez, maestro de secundaria general.
“Lo que me ha costado más son la reducción de contenidos, dado que en matemáticas se trabajaban cinco sesiones de manera semanal. Con los alumnos que mantengo contacto compruebo que sí aprenden, me mandan mensajes o audios cuanto tienen dudas, además de que se puede apreciar su resultado en cada actividad”, consideró Jezabel Milácatl Ramírez, quien radica en el municipio de Santa Cruz Tlaxcala.
“Es complicado logar una comunicación con todos los alumnos, muchos no cuentan con los recursos necesarios y no muestran interés por lograr su aprendizaje. Pero lo positivo es que aprendimos a usar la tecnología para lograr los aprendizajes”, compartió Nataly Morante Morales, de Nativitas.
“Emocionado, me encanta trabajar con medios digitales, planificar nuevas formas de adaptación con nuestros alumnos. Tener comunicación directa con el 100 % de los alumnos es complicado, hay grupos que participan activamente y en otros es lo contrario”, indicó Rafael Arroyo Pérez, maestro de una secundaria general ubicada en el municipio de Papalotla.
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