Un reducido y verde pulmón de Ixtacuixtla, ubicado en el cerro “El Potrero de Texala”, está amenazado por el gusano descortezador. A pesar de ello, ni pobladores, ni el gobierno municipal pueden solicitar la intervención de la Comisión Nacional Forestal, pues es responsabilidad de la administración estatal, al tratarse de un predio expropiado en 2010.
El antecedente data de 2011, año en que fue reforestada una zona erosionada, sin considerar que, un año antes, el mismo lugar había sido adquirido por el gobierno para la construcción de un Centro de Reinserción Social de carácter federal, ahora luce como un pulmón en medio de cerros con matorrales, pero hasta ahí ha llegado la plaga del escarabajo.
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De acuerdo con especialistas, un árbol infectado tiene esperanza de vida de 90 días, si no es atendido por especialistas, además, porque el coleóptero es una paloma o polilla que puede volar y afectar rápidamente a varios ejemplares, lo que preocupa a pobladores.
Algunos vecinos que participaron en la campaña de reforestación concretada en 2011 comentaron que les preocupa la salud de los ayacahuites que plantaron en el cerro conocido como “Potrero de Texala”, pues fue un proyecto de reforestación exitoso y a la fecha brinda oxígeno puro a esa zona, pero podría morir a causa del escarabajo.
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Al Respecto, José Germán Sánchez Nájera, quien fue responsable de la plantación en ese entonces, aseveró que a la fecha ni él ni su equipo de colaboradores puede actuar al respecto y rescatar el macizo forestal, pues es un predio propiedad del gobierno estatal y ellos tienen la responsabilidad de solicitar apoyo de la Conafor.
De hecho, aseguró que el gobierno municipal, a cargo del presidente emanado del Partido Movimiento Regeneración Nacional, Jesús Rolando Pérez Saavedra, tampoco puede actuar al respecto, pues no es de su competencia, pero sí puede exhortar al gobierno de la Cuarta Transformación a que no permita la propagación del herbívoro, familia de los Curculionidae.
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Agregó que debido a la muerte de miles de árboles de diferentes edades en varias partes de la entidad, resulta imperante cuidar los pulmones y áreas arboladas que existen en Tlaxcala, pues mitigan la contaminación y el cambio climático.
Por último, sostuvo que la población de Ixtacuixtla concuerda en que el área verde continúe en aquella parte del cerro del pueblo, pues desde hace años la defendieron ante la posibilidad de construcción del penal federal y ahora la defenderán ante la plaga del gusano.
20 hectáreas fueron reforestadas con más de 80 mil árboles. A la fecha, no existe permiso para derribarlos.
90 días es la esperanza de vida de un árbol infectado, de acuerdo con especialistas.
La población de Ixtacuixtla concuerda en que el área verde continúe en aquella parte del cerro del pueblo, pues desde hace años la defendieron ante la posibilidad de construcción del penal federal
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