Durante el segundo Seminario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), dentro de la serie “Las regiones de Emergencia Ambiental en México. Del diagnóstico al Modelo de Restauración”, expertos analizaron el tema “Las Regiones de Emergencia Ambiental: Cuencas del Alto Balsas (Tlaxcala) y Cuenca de la Independencia (Guanajuato)”.
Ahí, Laura Méndez, coordinadora del grupo por un “Atoyac con Vida”, habló de la grave contaminación que se generó en la zona, esto luego de la instalación de los corredores industriales en la región, debido a las descargas tóxicas que arrojan.
Asimismo, señaló que en 2011, en conjunto con el Centro “Fray Julián Garcés”, decidió presentar una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, instancia que tardó seis años en su investigación. “Finalmente, el 21 de marzo de 2017 emitió la Recomendación 10/2017 sobre la violación a los derechos humanos a un medio ambiente sano, saneamiento del agua y acceso a la información, en relación con la contaminación de los ríos Atoyac, Xochiac y sus afluentes, en agravio de quienes habitan y transitan en San Martin Texmelucan y Huejotzingo en Puebla, y en Tepetitla, Nativitas e Ixtacuixtla en Tlaxcala”, explicó.
De igual forma, externó que a partir de esta recomendación se elaboró una propuesta comunitaria para el saneamiento integral de la cuenca, donde, entre otras cuestiones, se plantea el necesario saneamiento; la restauración de los suelos; el diseño y aplicación de un plan emergente de salud para quienes están enfermos debido a la contaminación.
Por su parte, Inés Navarro, integrante del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reafirmó la grave situación en la zona al explicar los tipos de contaminantes que han encontrado en las investigaciones realizadas por 10 grupos de científicos conformados por académicos de las universidades Iberoamericana, Autónoma de Tlaxcala, Chapingo y la UNAM.
Durante su participación, explicó que han hallado, de acuerdo con los estudios, constante de cloroformo y cloruro de metileno, tanto en las aguas del cauce como directamente en las descargas.
Los estudios de genotoxicidad con biomarcadores, dijo, muestran evidencias de daño temprano, menor desarrollo hormonal y físico en niños que viven a menos de siete kilómetros del cauce del río Atoyac.
Las pruebas realizadas del índice de estrés oxidante, agregó, identifican en infantes, cercanos al río, con evidencia de alguna correlación con polimorfismos, con perspectiva a futuro de amplia gama de trastornos como cáncer y riesgo de fertilidad. Señaló que el estudio de vínculo entre la presencia y proximidad de la industria con la mortalidad, evidencia un crecimiento del 200 % de la mortalidad por cáncer en la cuenca entre el año 2002 y 2016.
Aunado a lo anterior, añadió que en las últimas décadas, debido al modelo de “industrialización salvaje, se debe luchar por la solución de todos los problemas que afectan la cuenca, pues todos sus elementos naturales, sociales, culturales y económicos están conectados”. Finalmente, aseveró que resulta sumamente importante que la autoridad asuma la Propuesta Comunitaria para el Saneamiento Integral de la Cuenca, construida desde las propias comunidades afectadas.
CONCLUSIONES
- Los seminarios de Conacyt iniciaron el pasado 18 de febrero y continuarán hasta el 8 de abril, día en que expondrán las conclusiones generales por parte de investigadores e investigadoras.
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