Por la crisis sanitaria, el gobierno de Chiautempan descansó a la mayoría de barrenderos de calles, toda vez que superan los 65 años de edad, lo cual los orilló a diversificar sus actividades para hacerse de recursos.
En entrevista con don José N., uno de los empleados de confianza del actual gobierno de Héctor Domínguez Rugerio, señaló que, desde que inició la pandemia por Covid-19, les ordenaron ya no salir de sus domicilios para evitar contagios.
Recordó que para la Secretaría de Salud los adultos mayores, de 65 años de edad en adelante, corren mayor riesgo de enfermarse gravemente y morir a causa de la Covid-19.
Narró que anteriormente recorría las calles Centenario, Unión, Perfecto Gómez, Allende y parte de la Díaz Varela, con lo cual lograba vivir bien, pues además de su sueldo recibía apoyos extraordinarios por parte de gente que le entregaba su basura.
Detalló que sus tareas diarias eran barrer las calles del municipio sarapero, recoger las bolsas de desechos sólidos que la gente dejaba en las aceras y en su caso recibir las bolsas que la gente le daba, para posteriormente entregarlas al camión recolector.
“Era un trabajo modesto, pero lo hacía con cariño, me ayudaba a distraerme y al mismo tiempo me permitía ingresar algunos centavos a la casa, pero ahora con lo de la pandemia somos los más afectados y tenemos que hacer otros trabajitos”, sostuvo.
En su caso, dijo que tomó las tijeras de jardinero y pidió prestada a su hijo la desbrozadora para ir a podar los jardines de las casas en las colonias y comunidades de Chiautempan.
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