Como parte de su actividad científica en laboratorios de universidades de Monterrey y Florida, Estados Unidos de Norteamérica, la especialista en Ciencias en Ingeniería y Física Biomédicas, Ruth Hernández Pérez, desarrolló un biosensor empleando la evaporación de microgotas.
En entrevista vía telefónica, la también ingeniero químico, originaria de Tlaxcala, compartió que dicho biosensor se basa en usar pequeñas gotas de volúmenes de microlitros de reactivo y fluidos biológicos, como si fuesen un reactor químico para detectar biomoléculas.
Detalló que ya hay resultados, “por ejemplo, ya reportamos la detección de glucosa, se pueden hacer pruebas rápidas hasta en 10 minutos, pruebas de niveles de glucosa, para el caso de personas con hiperglucemia o también con daños renales y que segregan albúminas en la orina”.
Comentó que actualmente están analizando que puedan tener más aplicaciones para detectar no solo esas moléculas, sino muchas otras más.
Reveló que este proyecto surgió luego de realizar una estancia en un laboratorio de microfluídica, “área novedosa denominada Lab on a Chip, que trata de hacer los mismos estudios clínicos, que se hacen en un laboratorio y con varios equipos pesados, pero dentro de un chip, con una mínima cantidad de muestra y con una mínima cantidad de reactivos”.
Señaló que lo que se busca es que con esto se puedan reducir los costos y tiempos, se pueda aumentar la sensibilidad y que, de alguna manera, pueda hacer algo más personalizado, es decir, un estudio donde se pueda tomar específicamente a una persona una muestra de sangre, fluidos corporales, o hacer biopsias para detectar la presencia de moléculas de interés clínico o estudiar su reacción a diferentes tratamientos farmacológicos.
Compartió que la idea de este proyecto es llevarlo a un campo donde todo el público tenga acceso, “se requiere de un proceso que incluye permisos y varias pruebas, pero lo que se busca con esto es que sea más accesible a las personas tener una prueba más eficiente, más económica y personalizada”.
Sobre su actividad académica, reseñó que realizó dos estancias de investigación en los laboratorios Interdisciplinary Microsystems Group, de la Universidad de Florida, y The Biomicrofluidics Applied Research, Technology, and Science Lab (The Bio-ARTS Lab) en Cinvestav-IPN, Monterrey.
QUEDAN ATRÁS RESTRICCIONES DE GÉNERO EN LA INGENIERÍA
“En la actualidad ya no he sentido ningún tipo de represión o freno por mi género, al contrario, una vez que ingresé a esa área de la ciencia, escuchar a otras mujeres que han destacado me llena de orgullo”, refirió Ruth Hernández Pérez.
La tlaxcalteca relató que en un congreso en Dublín, Irlanda, le tocó ver que el 85 % de los asistentes eran hombres, “casi no había mujeres, entonces eso fue para mí como un incentivo para influenciar a otras mujeres”.
Agregó que las féminas que han alcanzado o tenido la oportunidad de adentrarse en el mundo de la ingeniería tienen el compromiso de “inspirar a otras que están cerca, ya sea de manera directa o con el uso de las redes sociales o medios de comunicación”.
Proveniente de una cultura donde la educación de la mujer concluía en la secundaria, ya que más estudios eran considerados dinero tirado a la basura, dijo que la participación de la fémina en la ingeniería se vio mermada por una cuestión cultural, pero en la actualidad se ha comprobado que la capacidad intelectual no es algo que esté dominado por un género.
Las áreas de aplicación de la ingeniería en las que se desempeña son: ensayos bioquímicos, microfluídica, sistemas bioelectromecánicos biomédicos, sensores, diagnóstico médico y bioingeniería.
- 10 minutos tardan las pruebas de niveles de glucosa
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