A pesar de que aún no concluye la reparación del templo parroquial a San José, la celebración eucarística por la fiesta patronal, se llevó a cabo al interior del mismo, a puerta cerrada, solo con el conclave de sacerdotes, encabezados por el Obispo, Julio César Salcedo Aquino.
Como medida para evitar nuevos contagios, la Diócesis determinó que no habrá celebraciones sociales en las fechas litúrgicas, pero sí ha llevado a cabo las ceremonias religiosas, por lo que el caso de San José no fue la excepción.
Esa celebración tuvo duración más larga que las dominicales, pues fue de una hora y 30 minutos, donde el jerarca dijo que la parroquia de la ciudad de Tlaxcala ha permanecido cerrada desde hace tres años y medio, afectado por el sismo de 2017.
“Agradezco al director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, José Vicente de la Rosa Herrera, que nos haya permitido celebrar la misa en este lugar emblemático para nuestra Diócesis de Tlaxcala, pues en efecto, esta iglesia fue la primera catedral y está en el corazón mismo de la ciudad de Tlaxcala”, soltó.
Sostuvo que al realizarse los trabajos de restauración encontraron fracturas y grietas cubiertas de una manera superficial, por lo que ahora los especialistas las están interviniendo a fondo, de manera artesanal, con materiales propios, como lo exige la misma construcción.
Antes de la homilía, leyó una carta a los ahí presentes pero dirigida a los fieles católicos, donde se centró en la crisis sanitaria que ha golpeado severamente a todos los sectores sociales e instituciones, incluida la Iglesia católica.
- Al final de la misa el Obispo bendijo un par de imágenes y al mismo templo que también fue adornado con arreglos florales.
Continúa leyendo: