El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, celebró la apertura de los templos y el regreso de la feligresía a las misas presenciales, pero los exhortó a seguir con las medidas de seguridad que evite un rebrote de Covid-19.
En la homilía ofrecida en la misa dominical resaltó que los domingos son una oportunidad que Dios les ofrece a los católicos para encontrarse con Él, con su palabra, con la eucaristía y con la comunidad eclesial.
“El domingo es el día que podemos alabar juntos al Señor y en esta experiencia comunitaria reforzamos nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad”, sentenció el máximo jerarca de la grey católica en la entidad.
Destacó que “poco a poco vamos regresando a nuestros templos, con todas las medidas de seguridad y poco a poco vamos haciéndonos más conscientes de la necesidad que tenemos de la presencia de los hermanos, de la presencia nuestra en la celebración”, subrayó.
Además, el obispo compartió que cuando el individuo rechaza la invitación de Dios para asistir al encuentro con Él en las misas, “entonces tenemos difícil nuestra vida, es ahí cuando vienen todas las vejaciones de dolor, sufrimiento y soledad. Dios no castiga, es el mismo pecado que nos lleva a nuestras situaciones de tristeza”.
LOS EXHORTA A REALIZAR OBRAS BUENAS
Salcedo Aquino sostuvo que lo importante de la enseñanza de Dios es que la feligresía la traduzca en actitudes de servicio, presencia, ayuda, comprensión y respeto a los demás. Debemos hacer que nuestra fe sea sal de la tierra y le dé sabor al mundo, que le demos sabor a esta humanidad que tanto requiere del evangelio, que necesita se humanizada y se debe lograr a través de la palabra de Jesús, concluyó.
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