Jesús Sánchez García nació en Tizatlán, Tlaxcala, en un hogar con limitantes y, desde antes de cumplir la mayoría de edad, comenzó a trabajar para ganar dinero y llevarlo a su hogar. Pero ahora, como el payaso “Bolita Bonachón”, obtiene los recursos económicos suficientes para costear los estudios profesionales de sus hijos.
Me siento tan contento cuando mi hija Marisol me dice que exentó cuatro materias en la licenciatura de psicología de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), es lo máximo para mí y ya casi va a salir
, expresa “Bolita” a propósito del Día del Payaso.
Servidor público por obligación, músico, americanista por afición y payaso por convicción, así se describe este capitalino de 48 años de edad
También labora en áreas administrativas de la Secretaría de Salud (Sesa) pero, cada semana, como payaso lleva trabajando más de 20 años.
Detrás del maquillaje y una nariz roja esconde su rostro para hacer reír a niños y adultos.
Y aunque unas veces enfrenta problemas de la vida cotidiana como el fallecimiento de un ser querido, asegura que
cuando me pinto de payaso me desconecto de la sociedad y me entrego con amor a los niños… hace cuatro años falleció mi padre y (ese día) tuve que trabajar
Desde hace 12 años, ‘Bolita’ promueve acciones de prevención en la Sesa, pero en el arte circense se encarga, junto con su hijo Chin Pon Pin, de cautivar a los infantes.
En México, cada 10 de diciembre se celebra el Día del Payaso, aunque en esta ocasión lo hará el fin de semana, otros tlaxcaltecas acudieron hasta la Basílica de Guadalupe a dar gracias a la Virgen del Tepeyac.
Refiere que en este trabajo, su esposa Dionisia Zamora Águila es quien se encarga de lavar los trajes y botargas
los deja bien planchaditos y perfumaditos para la función, aquí todos trabajamos
Destaca que su hijo Jesús Sánchez Zamora trabaja con el nombre de “Chin pon pin” y aunque estudia la licenciatura en Administración en la UAT, no se apena de esta actividad donde ya obtiene un sueldo.
Comenta que como presenta una función con 10 personajes distintos cobra entre mil 800 y dos mil 200 pesos.
Recuerda que en la víspera de un 30 de abril, cuando la mayoría de payasos tenía trabajo para el Día del Niño, se quedó sin contratos, pues ese día, por la mañana, las monjas de Ocotlán le llamaron por teléfono para que diera una función a las huérfanas que están en el internado.
Yo sabía que era un servicio social y lo hice con amor y con gusto, apenas había terminado mi trabajo y recibí varias llamadas de trabajo, así que ese día me fue de maravilla
, expone.
Quítate el estrés de problemas vanos, convive, ríe y activa las articulaciones del rostro que se llaman mejillas para no caer en la hipertensión arterial que es la antesala de enfermedades crónicas
“Bolita”
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