El 28 de mayo pasado, Víctor Hugo Portilla Flores, médico adscrito a la Secretaría de Salud (Sesa), fue intubado en un nosocomio de Nativitas, pues se contagió del nuevo coronavirus, después de 12 días sus órganos volvieron a funcionar.
Este Diario, entrevistó al galeno –único trasplantólogo en Tlaxcala- para conocer la evolución de su salud tras vencer al SARS-CoV-2.
A poco más de seis meses de recuperación en su domicilio, mencionó que las secuelas que le dejó la enfermedad, tardarán varios años para sanarse.
Por lo pronto, destacó que han tenido respuesta favorable de los representantes sindicales de la Sesa para que no asista a su trabajo, al igual que su esposa.
“Estoy muy agradecido con Blanca Águila Lima, secretaría general de la Sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Sesa, nos ha dado todas las facilidades para que no nos suspendan nuestras quincenas, aquí seguimos en recuperación”.
Sin embargo, mencionó que el restablecer su salud le ha costado mucho pues “me duele el cuerpo, siempre me siento cansado, me cuesta respirar y de repente se me olvidan las cosas”.
- ¿Cómo se siente después de vencer al coronavirus?
“Agradecerle a Dios porque después de lo que pasó cuando me intubaron en el hospital, había pocas esperanzas de vida, fueron 12 días así, hasta que salí con vida, muchos no lo logran”.
Mencionó que desde entonces cuida la dieta, “perdí 25 kilos, fue una fortuna haber tenido 50 años y estar sano, pero me dicen los médicos que hay secuelas neurológicas, pérdida de olfato y gusto, encefalopatía, pérdida de conciencia, complicaciones musculares y fatiga.
Expuso que en breve su esposa tendrá que regresar a trabajar a Sesa, mientras que su hija de 12 años será quien le suministre los medicamentos en los horarios establecidos.
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