Para atacar el problema de la corrupción en los cuerpos policiacos no basta con incrementar los sueldos, es indispensable contar con una política bien direccionada que mejore sus salarios y que diseñe una carrera policial para quienes dediquen toda su vida a esta actividad, tan sensible en la sociedad, consideró el investigador Serafín Ortiz Ortiz, en su participación en un programa televisivo de cobertura nacional.
El especialista en temas de derechos humanos, política criminal y política social, refirió que, al mejorar las condiciones de un trabajo de alto riesgo, con seguros de vida, con todas sus garantías y derechos laborales en materia de seguridad social, y con un diseño estratégico mayor, se dará un paso importante para recuperar la confianza ciudadana, al ver eficiencia y eficacia en su actuación.
Consultado sobre un tema que está en la mesa de todos los mexicanos por los altos índices delictivos que afectan a la sociedad civil, Serafín Ortiz recordó que hay una ruptura histórica en la relación sociedad-policía, debido a que parece que la policía fuera persecutora de la sociedad, por lo que no hay una relación de confianza y credibilidad.
En cuanto a la eficiencia de la policía en México, Serafín Ortiz, miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel II, indicó que en el accionar de la seguridad pública, pareciera que se trata de responder violencia con más violencia y esa no es la salida, aseveró categórico.
Observó que se debe volver al perfil de la policía que está al servicio de los gobernados, dar protección y salvaguardar sus derechos en materia de prevención, y no de represión, con estricto apego a sus derechos en una sociedad democrática.
Para concluir, Serafín Ortiz puntualizó que la diferencia entre seguridad pública y seguridad ciudadana, radica en que la primera tiene como fin justificar la violencia del gobierno y su misión es la obediencia a la ley o bien someter a los ciudadanos, mientras la seguridad ciudadana implica el actuar de la policía ante una evidente inseguridad de la población civil.
Necesario volver al perfil de la policía que está al servicio de los gobernados, señala el investigador