De junio a la fecha, los talamontes clandestinos afectaron en sobremanera el predio conocido como Tres Cruces, ubicado a las faldas de la montaña, a la altura del municipio de San Francisco Tetlanohcan, pues han hurtado un estimado de 60 metros cúbicos, por lo que los habitantes pidieron la intervención de los encargados del parque para frenar esta práctica.
En entrevista, algunos de los pobladores, quienes prefirieron omitir su nombre por miedo a represalias, señalaron que casi a diario camionetas bajan de la montaña cargadas con grandes cantidades de madera sin que las autoridades municipales ni estatales monten operativos para inhibirla.
Dijeron que si bien las dependencias federales como la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas deben tomar cartas en el asunto, es la Coordinación General de Ecología la encargada de detener esta práctica, pero no han recibido respuesta por su parte.
Lamentaron que al momento de asistir con personal de esa dependencia para dar parte de lo sucedido, no tengan una respuesta y solo les refieran que es algo que no pueden detener, pues “eso lo deben atender los de la federación”.
En un recorrido realizado, este Diario constató que la afectación es severa, pues no solo es el derribo de árboles, sino que en su caída dañan a otros en crecimiento y de renuevo.
Además, en el lugar se puede observar cómo es que los taladores abren brechas entre el bosque para transitar con vehículos y realizar la carga de la madera, lo que daña el terreno y, posteriormente, modificará el suelo.
EL DATO
Son más de 40 los derribados solo en ese predio, principalmente ocote, de entre 40 y 60 años de edad.