Este 31 de Mayo, Día del Chofer, la gran mayoría de los trabajadores del volante han decidido trabajar como cualquier fecha del año y dejar la celebración para otra ocasión.
Las condiciones económicas y el alza en el precio de los combustibles (gasolina, diésel y gas), es la principal causa por la que han preferido conmemorar ofreciendo sus servicios de forma cotidiana.
Esa situación se reflejó este viernes en la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, donde el número de transportistas que acudieron para bendecir sus automotores fue muy mínimo, comparado con años anteriores.
La misma situación ocurrió con automóviles particulares, al ser un número reducido los que siguieron la tradición de acudir a que sacerdotes bendijeran sus unidades y les rociaran agua bendita, además de pasar por debajo del manto de la Virgen María.
De hecho, también fue mínimo el número de camionetas y minibuses del transporte público que lucieron adornados para decirles a sus clientes que hoy es un día de fiesta, salvo unos cuantos que alcanzaron a mirarse en las calles.
Algunos conductores consultados mencionaron que los tiempos actuales no están como para abandonar el trabajo, sino todo lo contrario, a diario se debe salir a casa para buscar el sustento económico.
Eso sí, manifestaron que no solo este día, sino siempre se encomiendan a Dios y a la Virgen de Ocotlán para que los proteja en su trabajo, pues en sus manos están las vidas de muchos pasajeros.
Una de las principales peticiones de los choferes es que ante la inseguridad que se vive en la entidad, autoridades cumplan con su deber y no solo prevengan el robo de unidades del transporte público, sino que los hechos ocurridos sean investigados y los culpables encarcelados.
A la par del Día del Chofer, este día en la Basílica de Ocotlán culminó el denominado “Mes de María”, con una procesión en el primer cuadro del templo, una celebración eucarística, la coronación de la venerada imagen y el regreso a su nicho.
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